La Escuela al Centro y la oportunidad de mejorar
En diversas ocasiones he reiterado la importancia de impartir una educación de calidad para incidir positivamente en el desarrollo de la sociedad, y hoy aprovecho para retomar este tema.
Para lograr una Reforma Educativa que sea real, se necesita concretar la evaluación a los maestros, atender la infraestructura de las escuelas del país, y sobre todo de nuestro estado, pero lo más relevante sería invertir en esta importante política pública para poder lograr una educación de calidad.
En una de las últimas intervenciones que tuve en la tribuna del H. Congreso del Estado, a finales del año pasado, me disculpé públicamente por haber aprobado el programa Certificados de Infraestructura Educativa Nacional, planteado por el presidente Enrique Peña Nieto. Este programa consiste en la venta de bonos en la Bolsa de Valores para obtener recursos económicos al momento e invertirlos principalmente en la infraestructura y necesidades de las escuelas de nivel básico.
Si bien considero que se trata de un excelente programa, la disculpa fue por el hecho de no haber tomado las medidas necesarias para que la inversión se aplicara realmente en las necesidades de los planteles de preescolar, primaria y secundaria.
Y es que los diputados fuimos prácticamente engañados, ya que los recursos obtenidos por la venta de estos certificados en 2015 se invertirían en buena medida en otros niveles educativos; específicamente, más de la mitad de los 190 millones de pesos se aplicarían en tres instituciones de nivel superior.
Por otra parte, en días pasados el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, presentó ante los medios de comunicación el plan La Escuela al Centro del Sistema Edfucativo, que consiste en seis puntos esenciales:
1. Una nueva organización de la escuela con menos burocracia. Cada plantel contará con subdirectores de gestión escolar y un subdirector académico, en tanto que los supervisores contarán con un equipo de apoyo técnico-pedagógico y uno de gestión.
2. Más recursos para las escuelas. Cada escuela recibirá un presupuesto propio para fortalecer su autonomía de gestión, de acuerdo con su matrícula y su nivel de rezago.
3. Fortalecimiento de los Consejos Técnicos Escolares. Los CTE reúnen el último viernes de cada mes a los maestros y al director de cada plantel para realizar la planeación y el seguimiento académico, por lo que hay suspensión de clases. Con esta propuesta, cada escuela definirá el día y la hora para estas reuniones.
4. Participación social activa. Los Consejos Escolares de Participación Social son la base de la toma de decisiones para resolver las necesidades más urgentes del plantel y su vinculación con la comunidad. Se fortalecerán estos consejos para que los padres de familia tengan instrumentos efectivos para exigir transparencia y rendición de cuentas en cada escuela.
5. Mejor uso del tiempo en la jornada escolar. Se permitirá que cada comunidad escolar pueda optar por diversas formas de organizar su calendario, y para ello se someterá a consideración del Congreso de la Unión una iniciativa de reforma al artículo 51 de la Ley General de Educación para permitir modificaciones a dicho calendario. Se señala que en ningún caso se recortará el número de horas clase; las primarias y secundarias tendrán el mismo número de horas al año, pero ahora podrán escoger si deciden continuar impartiéndolas en 200 días con los horarios tradicionales o cambiar a 185 días con jornadas más largas. Acerca de las escuelas preescolares, estas aumentarán las horas de clase en todos los casos de 3 a 4 horas diarias para el calendario de 200 días y a 4.5 horas para el de 185 días.
6. Las escuelas de verano. Se proponen ajustes al calendario escolar, por lo que se buscará un mejor aprovechamiento de las vacaciones de verano.
Ante este plan propuesto por la SEP, consideramos que cualquier medida para elevar el nivel educativo en el sistema básico es bienvenida; sin embargo, es importante estar muy atentos a lo que pasará con las posibles modificaciones a los ciclos escolares, pues por ningún motivo debemos permitir que disminuya el número de horas-clase.
Actualmente el calendario escolar contempla 200 días de clases, lo que equivale a 800 horas. No obstante, es un hecho que no se cumple, ya que cotidianamente hay suspensiones de clases debido a fenómenos climáticos, deficiente infraestructura física de los planteles, “puentes”, festivales, fallas administrativas de la SEP, reclamos del sector magisterial y administrativo, rechazo a políticas públicas (como sucede con la Reforma Educativa) y por muchas otras causas.
He sido un fuerte impulsor de que en México es necesario incrementar el número de horas-clase; estoy convencido de que esta medida contribuye a que nuestros niños tengan una formación académica mucho más sólida y se preparen mejor para los niveles educativos subsecuentes al nivel básico. Esa es la base —se supone— para que existan las escuelas de tiempo completo propuestas e implementadas por los gobiernos federal y estatales.
Asimismo, Aurelio Nuño Mayer expresó que la SEP se propone otorgar más recursos a las escuelas. Por tal motivo, hago un respetuoso llamado de atención de los padres de familia, sobre todo a los que forman parte de los Consejos Escolares de Participación Social, para que participen en la aplicación de estos recursos y rechacen las prácticas comunes de desviar recursos a pago de salarios, horas extras, gestiones, etcétera, con lo que se deja de lado las verdaderas necesidades de infraestructura de los planteles.
Las estadísticas son bastante claras: en el país, y desde luego en nuestro estado, existe un gran número de escuelas que carece de servicios básicos como agua potable, drenaje, energía eléctrica, subestaciones, aires acondicionados, pizarrones, escritorios, computadoras, servicio de internet, por ejemplo. Por supuesto, estas debilidades hacen imposible alcanzar una educación de calidad.
Sin duda, debemos de estar abiertos a los nuevos tiempos y entender que la Reforma Educativa, madre de todas la reformas estructurales que se vienen dando en el país, es una gran oportunidad para que nuestros niños, adolescentes y jóvenes trasciendan en su proceso de preparación, así como para que los maestros tengan condiciones de trabajo adecuadas para guiar el proceso educativo. Gran parte de estas tareas están en nuestras manos: no desaprovechemos esta oportunidad.
Gracias y que pasen un excelente fin de semana.