PRD: CLAROSCUROS
El PRD desde septiembre del 2014 ha vivido una crisis que aún no supera y que ha pasado por la pérdida de la gubernatura del Estado de Guerrero, la salida de su líder nacional Carlos Navarrete y un desajuste institucional y emocional que ha llevado a muchos perredistas a renunciar a su partido.
El reflejo más inequívoco de que esa crisis aún continúa son las definiciones políticas electorales que ha tenido en las cuales no se distingue ninguna táctica política y mucho menos una estrategia electoral para el 2018.
En los estado el PRD en algunos define alianzas con el PAN y en otros decide que no. Algunos de sus candidatos son los mejor posicionados electoralmente, en otros son impuestos por alguna facción al margen de la competitividad político electoral.
El PRD sufre y seguramente seguirá sufriendo por la falta de ideas políticas sobre sus objetivos, sus propuestas y sus estrategias políticas. Mientras el PRD no defina qué quiere, cómo llegar a lo que se quiere y qué va a hacer cuando llegue, seguirá siendo un manojo político sin capacidad de organizar una fuerza política que enfrente al PRI y al PAN.
Estas debilidades nacionales también existen en los estados y se traducen en sus prácticas políticas cotidianas, y como muestra aquí en Sinaloa solo basta un botón. Por ejemplo, el PRD en Sinaloa, a tres días de iniciar el registro de candidaturas, el 75% (14) de los municipios no tienen candidato, cuando se tiene un excelente candidato a gobernador.
Este dato por si solo habla pésimo del trabajo desplegado por su dirigencia, cuando desde fines de diciembre se hizo la convocatoria correspondiente y se supone que desde entonces se trabajaba dentro, fuera y en alianzas por cubrir dicho requisito elemental.
Tan grave es que la ley electoral establece como requisito para participar en la elección estatal que los partidos registren la mínima de diez municipios, es decir el 50% más uno, cosa que ahora no cumple el PRD.
Es cierto que se pueden llenar fácilmente los formatos y escoger algunas personas de la noche a la mañana, pero eso es anunciar anticipadamente un fracaso porque no habrá campaña en esos municipios o será simplemente testimonial, situación que puede problematizar sus aspectos positivos. De ese tamaño es el problema.