LUCERO SÁNCHEZ -La respuesta
Ya se ha instalado la comisión instructora de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para iniciar el juicio de desafuero de la diputada sinaloense Lucero Sánchez y calculan que en 60 días a más tardar tendrán el fallo seguramente condenatorio, aunque los inquilinos de “San Lázaro” ya tiemblan por el anuncio del diputado “independiente” Manuel Clouthier, quien dice que votará según su conciencia.
Lo más probable es que el PRI administre este juicio y lo lleve hasta el último día del plazo para sacar el mayo jugo político contra el PAN en el proceso electoral.
Y el cálculo es así, cuando el PRI, habiendo más de trescientas solicitudes de juicio político en la cámara de diputados a este le dan los trámites expeditos y se convierte en prioridad, como si se tratara de una “delincuentaza” y el meollo “trascendental” para la vida del país.
Legal, social y de justicia el juicio no tiene ninguna trascendencia, todo se trata de un juego para ajustar cuentas y sacar raja política para el PRI, incluso para empoderar a otro grupo político del PAN.
Seguramente es esta la respuesta del PRI a la campaña del PAN y sus adláteres empresariales y de la industria de la comunicación que ha lanzado la campaña nacional “3 de 3” para presentar una iniciativa de ley contra funcionarios corruptos, tema recurrente en todo momento de estos grupos de poder para combatir al PRI.
Como también buscan opacar la propuesta presidencial que ya cursa el proceso legislativo para crear un sistema nacional anticorrupción, con tres leyes recientemente aprobadas.
El PAN no ha encontrado salida a la trampa de la supuesta “narcodiputada” y ha pretendido convertirla en una cruzada moral para mostrarse como impoluto intransigente que es capaz de hasta sacrificar a sus miembros, condenarlos y expulsarlos como lo ha hecho con algunos dirigentes del PAN en Sinaloa.
Seguramente en los meses de campaña electoral ese será el discurso que prevalecerá donde el PAN y sus aliados volverán al caso de la “Casa Blanca” de la primera dama, a refritear los contratos leoninos del gobierno con empresarios; mientras que el PRI y el gobierno de Peña Nieto orientaron sus baterías contra la colusión del PAN con el crimen organizado.
Si la propuesta de los partidos generalmente están ausentes de las campañas electorales porque prefieren el ruido de la propaganda que las ideas, ahora lo estará con más razón por el pantano del pleito de “quien es el menos malo” entre el PRI y el PAN.