Las primeras
Conocemos las dos primeras encuestas realizadas ya con las campañas electorales formales en marcha, aunque con discrepancias más que serias entre las mismas.
El Gabinete de Comunicación Estratégica realizó un sondeo entre el primero y el tres de abril, con un empate técnico entre el priísta Quirino Ordaz Coppel, 22.4, y el pasista Héctor Melesio Cuén Ojeda, 19.9 por ciento.
En tercer lugar aparece el candidato independiente Francisco Frías Castro, con el 14 por ciento de los sufragios, y muy cerca el panista Martín Alonso Heredia Lizárraga, con 13.2; Estrada Ferreiro de Morena con el 8 por ciento, y el perredista Mariano Gómez Aguirre con el 2.2.
La otra encuesta ya publicada en medios locales es la realizada por Demotecnia, que eliminando las no respuestas y los indecisos pone a Quirino con un 42 por ciento, seguido por Cuén con un 29, Heredia con el 21, y un empate entre Frías Castro y Estrada Ferreiro, cada uno con 3 puntos.
Fotografías del momento, como dicen.
Y cada quien, por supuesto, tendrá su mejor opinión.
w Magsokón panista
Por rumbos del Partido de Acción Nacional nos informan que el alto mando nacional alista para Sinaloa una serie de movimientos que calentarían todavía más el horno de la división interna.
Que se analizan muy seriamente las expulsiones del exdirigente estatal Edgardo Burgos Marentes y del diputado local Guadalupe Carrizoza Cháidez, además de la disolución de cuando menos cinco comités municipales: Navolato, Angostura, Salvador Alvarado, El Fuerte y Sinaloa.
Que trabajan no a favor de su partido sino del candidato del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén, es lo que se alega.
Veremos si se animan, pues como señalamos las aguas están ya muy revueltas.
w ¿Manos libres?
Montones de llamadas y chats nos llegan contra la prepotencia y hasta abierta ilegalidad en que incurren los “nuevos” titulares de la Secretaría de Desarrollo Económico y la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas del gobierno de Sinaloa, Francisco Labastida Gómez de la Torre y Humberto Alejandro Villasana Falcón, respectivamente.
Entraron casi juntos, iniciaron despidos en masa y en medio de las críticas se deslindaron mientras operaban disposiciones dirigidas a servirse de cualquier pretexto para cesar empleados y darles chamba a los amigos y hasta a los guachomas.
No puede generar más que indignación y repudio que servidores públicos actúen como lo hacen, hasta ahora impunemente, Labastida y Villasana.
Urge que el gobernador Mario López Valdez ponga orden, porque las dependencias públicas no pueden ser cotos personales de poder, por más fuertes que puedan ser los padrinos.
Necesitamos gobiernos que funcionen a favor del pueblo que es el que las mantiene, y no simples agencias de empleos que sirvan para cumplir con los cuates y con las cuotas.