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Lamentables mensajes del presidente Enrique Peña Nieto

Los días miércoles 4 y jueves 5 los mexicanos esperamos con gran ánimo los mensajes que el presidente Enrique Peña Nieto daría a la nación, pues había una gran confianza en que el tema principal sería el que tiene convulsionado al país: el incremento a la gasolina y al diesel; asimismo, y sobre todo, esperábamos que anunciara la suspensión de esta medida.

Sin embargo, no fue así. En el mensaje del miércoles centró su participación en informar algo que los ciudadanos, por la situación de crisis que vivimos, no era prioritario conocer: el nombramiento de Luis Videgaray como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en sustitución de Claudia Ruiz Massieu, así como la designación de María Cristina García Cepeda como encargada de la Secretaría de Cultura.

Con todo respeto para nuestro presidente de la república Enrique Peña Nieto, esta noticia es secundaria, y solo le habría interesado a los grupos de poder que, en lugar de pensar en la situación del país, ya están viendo cómo se acomodarán para las elecciones de 2018.

Solo en la parte final del mensaje, el presidente abordó el tema de los incrementos. Retomo aquí solo algunas frases: “Comprendo la molestia y el enojo que hay entre la población en general y de distintos sectores de nuestra sociedad; comparto esta molestia”, “Es sin duda, esta medida, una acción que nadie hubiera querido que se tomara; no es, para el gobierno de la República, una decisión fácil; de no haberse tomado, debo decir, serían aún más dolorosos los efectos y las consecuencias”, “El ajuste en el precio de las gasolinas, no es resultado de la reforma energética ni hacendaria, no se debe tampoco, a los incrementos a los impuestos, refleja más bien, esta medida, el aumento a los precios internacionales de la gasolina” y “Es para preservar la estabilidad de la economía para el país; es difícil asumirlo, pero es, justamente para proteger la economía de las familias”.

Como resultado, estas frases han sido consideradas por los mexicanos como torpes, y además no contribuyen a comprender el fondo de las políticas implementadas por el régimen. Lo que no se dice a la población es que esta situación obedece a una pésima administración de los bienes y riquezas del país; asimismo, tampoco se menciona que quienes nos han gobernado han sido incapaces de cimentar una economía al margen de los altibajos del precio internacional del petróleo; pero, sobre todo, no se dice que cuando tuvimos oportunidad de construir las refinerías necesarias para producir nuestros propios combustibles, no lo hicimos. Por ello México vive crisis recurrentes que no hemos podido revertir. Es lo que se conoce como economía petrolizada.

Además, habría que añadir los efectos de la enorme corrupción, convertida ya en una práctica común. De acuerdo con la revista Forbes (5 de enero de 2017), la corrupción le cuesta a México 347,000 millones de pesos al año, lo que significa 9% del PIB nacional. Otro dato: según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2015, de Transparencia International (TI), el país ocupa el lugar 95 de 168 países.

Respecto al mensaje emitido el jueves por el presidente, en donde según él dio una amplia información de las causas del incremento al combustible, pero habría que señalar que solo recuperó lo dicho el día anterior, con lo que quedó de manifiesta la incapacidad histórica del Estado para administrar la riqueza del país, la cual se ha dispendiado y beneficiado a la clase política y sus aliados.

Es preocupante que el presidente afirme que el alza de los combustibles no impactará a la mayoría de los mexicanos, al sostener que 60 millones de mexicanos, que son los de menores ingresos, solo consumen el 15% de la gasolina; es decir, según esa lógica, no tendríamos por qué preocuparnos, dado que el 85% del consumo lo harían quienes no tienen dificultades económicas. Esta es una gran ofensa para la inteligencia de la población.

Dichas declaraciones solo han acrecentado el enojo y el hartazgo ciudadano. La verdad esperábamos una explicación y la certeza de que con esta medida no habrá una escalada en los productos y servicios básicos. En este contexto, nos pareció ver a un presidente desconectado de la realidad del país.

Por otro lado, en la mayor parte del país se han presentado acciones de violencia y de saqueos de comercios, lo que no compartimos, pero tampoco aceptamos que estas sean usadas como pretexto para que los cuerpos policiacos agredan a aquellos sectores sociales que se están atreviendo a manifestar su rechazo al alza de los energéticos.

Hace unos días, ante algunos medios de comunicación, declaré que los productos de la canasta básica se incrementarán hasta un 40% de enero a marzo, y habría de desatar protestas a lo largo y ancho del país. Por ello, es de gran importancia que el gobierno federal entienda las preocupaciones de la población y salga de esa burbuja en que se encuentra y que lo mantiene aislado de la realidad.

Por ello, creo es pertinente insistir en una medida que ya he comentado en diversos foros: Señor presidente, valore las condiciones que está viviendo actualmente nuestro país y atrévase a dar marcha atrás a los incrementos que desde el 1 de enero se vienen aplicando. Revalore cómo México puede y debe entrar a ese proceso de liberación del precio de las gasolinas. Reflexionar y reconsiderar una decisión es siempre mejor que aferrarse a algo que perjudica a sus gobernados.


Gracias y que pasen un excelente fin de semana.


Ancla 1
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