Culiacán: Hundido
¿Qué quiere?
El acabose del presidente municipal de Culiacán, Jesús Valdés, acaba de hacer el anuncio de que regresará el doble carril de la calle Obregón desde Tierra Blanca hasta la calle Novena, el sector vialmente más complicado de la ciudad que había resuelto la creación del “Par Vial” por el gobierno de Sergio Torres, medida que ni siquiera el cabildo ha discutido.
Resulta hasta bochornoso leer el anuncio de Jesús Valdés que con ello da al traste con un proyecto vial, de los muchos que ocupa Culiacán, porque “se reunió con un grupo de vecinos de la colonia Chapultepec” que resultaron, según ellos, afectados por el “Par Vial”.
Vecinos de la colonia Chapultepec que se opusieron en los años ochenta al fraccionamiento FOVISSTE Chapultepec y más tarde (1991) al malecón nuevo, hoy “Francisco Labastida”, siendo una oposición de aquellas que siempre ponderan sus intereses personales por encima del público y de toda la ciudad.
Jesús Valdés no entiende ni atiende que fue electo para gobernar para todo el municipio y ponderar los valores supremos de la sociedad, el Estado y la nación, como juró el día que tomó protesta como presidente municipal.
Muy mal también por parte del presidente municipal que tan siquiera tomó en consideración al cabildo de Culiacán y todos sus esfuerzos los enfoca a cumplir el “compromiso” que hizo en campaña con esos vecinos, orientando su voluntad política personal para imponer sus criterios en donde sea necesario.
Jesús Valdés tiene apenas tres meses de gobierno en Culiacán y no atiende ni lo urgente ni lo necesario, como son los gravísimos problemas de inseguridad, manejo financiero y atención a la ciudadanía, eludiendo los retos con declaraciones tímidas y saltos al vacío pretendiendo evadir en los hechos a la problemática de la ciudad.
Errático y tímido se ve el gobierno municipal de Culiacán, pero además con lo del “Par Vial” vaya en la insensatez que pretende tirar por la borda uno de los mayores logros del gobierno anterior de Sergio Torres y provocar con ello otra vez el desorden vial que se había resuelto con el beneficio para más de 50 mil familias del norte de la ciudad.
Muy distinto fue su antecesor, Sergio Torres, que “agarró el toro por los cuernos” y no anduvo con timidez ejerciendo el gobierno y realizó esfuerzos notables para cambiar y mejorar Culiacán, como era la desatendida calle Obregón que desde 1970 que se decretó que se hiciera de cuatro carriles del puente Hidalgo hasta la colonia “6 de Enero” y nunca nadie hizo nada sobre dicho decreto, como también ha sucedido con el drenaje pluvial que desde 1968, cuando murieron tres jovencitas en la calle Aquiles Serdán, hasta ahora con Sergio Torres se atendió y también cabe destacar que ha sido el único, junto con Jesús Vizcarra, que se ha atrevido a cobrar a los ricos y grandes deudores del predial las fortunas que debían al gobierno de la capital de más de 5 mil millones de pesos.
Sergio Torres demostró que ante grandes retos, grandes decisiones, con talento y talante para empujar y resistir las presiones y embestidas de los intereses que se oponían. Dicen que hace más el que quiere que el que puede.