La educación sexual de nuestros jóvenes: una prioridad
Uno de los principales problemas de salud en México es el alto número de adolescentes embarazadas. Cada vez más los mexicanos tienen sus primeras experiencias sexuales a temprana edad.
Al vivir en una etapa difícil y al contar con escaso o nulo conocimiento, los adolescentes cometen errores que cambian radicalmente su destino. Uno de estos errores es el embarazo no planificado, el cual aumenta los riesgos de salud tanto de la persona en estado de gravidez como del mismo producto.
Los peligros aumentan debido a que las adolescentes embarazadas no reciben cuidados prenatales, lo que provoca muchas veces problemas posteriores en la madre, como hipertensión arterial, así como partos prematuros o poco peso del bebé al nacer.
El embarazo de adolescentes representa un grave problema social y poblacional, ya que amplía las brechas de pobreza y, en muchos casos, la discriminación; asimismo, muchos de estos jóvenes distorsionan sus proyectos de vida y sus derechos humanos, e incluso pierden su libertad al tener poca edad.
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, el número de mujeres de 12 y más años es de 48.7 millones; de ellas, 67.5% ha tenido al menos un hijo nacido vivo, mientras que el 24.7% ha tenido dos hijos.
Llama la atención el hecho de que 7.8% de las mujeres de 12 a 19 años ya son madres, y conforme avanza la edad, este porcentaje aumenta.
En Sinaloa, 273,931 jóvenes (el 58% de esta población) han iniciado su vida sexual entre los 12 y los 17 años de edad, de los cuales el 46% no utilizó un método de protección o anticonceptivo.
Los factores pueden ser múltiples, pero un 10.7% de esos jóvenes desconocen los métodos anticonceptivos, lo que es inaceptable, pues se supone que ya recibieron una educación sexual en las aulas.
O bien, existe la negativa de la pareja para utilizar algún método anticonceptivo, como sucede con el 10.2%; o no lo usan debido a lo inesperado del encuentro (40.1%) o por la negativa para sostener ese encuentro íntimo (6.4%), entre otras razones.
Estos datos muestran la falta de una orientación sexual adecuada, tanto de la que reciben en el hogar como en las escuelas.
En 2016, los integrantes de la asociación civil Construir para Crecer (Conpacre) dieron a conocer que en Sinaloa hay 65,736 mujeres, entre un rango de edad de los 12 a los 17 años, que tuvieron su primer embarazo sin desearlo. Estos datos fueron resultado de una investigación realizada con base en la Encuesta Nacional de Juventud 2010.
Esta información data de algunos años, pero se estima que el porcentaje de adolescentes embarazadas ha aumentado, por lo que en la actualidad se está llevando a cabo un censo que permita conocer las nuevas cifras.
Cuando tuve la oportunidad de formar parte de la LXI Legislatura, junto con María del Rosario Sánchez Zatarain y Robespierre Lizárraga Otero, presentamos una iniciativa de reformas a diversos artículos de la Ley General de Salud del Estado de Sinaloa, para que se centrara sobre todo en la prevención de embarazos en adolescentes. Además, tuvimos la oportunidad de ratificarla el 16 de octubre de 2016, ya cuando entró en funciones la LXII Legislatura.
El hecho de que el H. Congreso del Estado aprobara el miércoles 5 de abril la iniciativa en mención fue una noticia muy grata debido a que esta tiene como objetivo concientizar a los jóvenes sobre los riesgos del embarazo precoz, el cual puede ser hasta seis veces más peligroso que el embarazo de una persona adulta.
Pero además, la importancia de esta iniciativa radica en que obliga legalmente al estado a generar estrategias para difundir más ampliamente los beneficios de la planificación familiar y la prevención de embarazos a temprana edad.
También la iniciativa establece cómo se deben de prevenir, y privilegia a la educación que es funge como salvaguarda de la salud de jóvenes y adolescentes. Otros objetivos son orientar y capacitar a la población en materia de embarazo precoz, instituir como servicio de planificación familiar la promoción del desarrollo de programas de comunicación educativa en esta materia, así como el deber de los comités de salud de establecer medidas tendientes a prevenir, informar, orientar, investigar, atender, controlar y vigilar en materia de embarazos precoces.
Con estas acciones se busca a contribuir a solucionar problemas que afectan directamente a las familias de miles de hogares. El propósito es tener, desde luego, un mejor Sinaloa.
Ahora, le corresponde a toda la sociedad estar atenta y asumir su obligación de acuerdo con la iniciativa legislada; es decir, desde el hogar y las instituciones educativas, pero también desde los diferentes niveles de gobierno, se debe trabajar para contar con un mejor futuro.
Gracias y que pasen un excelente fin de semana.