Los gobernadores
*En la mira
El último episodio de la parafernalia social que vive el país, ahora con el fenómeno de la corrupción, lo representa la detención del exgobernador de Veracruz Javier Duarte que viene a exponer la exuberante descomposición del régimen político mexicano, detención que se exalta pero que no significa nada en las pretensiones de combatir ese régimen descompuesto para seguir con él y otros que vendrán para seguir viviendo el circo romano moderno y alimentar así el imperio de un régimen político presidencialista totalmente perdido.
La corrupción de los gobernadores es resultado de una desviación por la tangente de la destrucción que se debió de haber hecho del régimen priista en el año 2000 cuando se dio la alternancia de gobierno prefiriendo así las complicidades del presidente de la república con los gobernadores en una mezcla de cogobierno PAN-PRI fundamentado en la corrupción pero nunca pretendiendo cambiar aquel viejo régimen que emanó de la Revolución Mexicana.
La incapacidad del PAN y del PRD para pactar un gobierno de coalición opositora aquel año 2000 impidió darle cause a la alternancia política como instrumento de cambio de gobierno que sustituyera al viejo PRI, prolijando así el ejemplo de un régimen de componendas, coto de poder y reparto del patrimonio público a diestra y siniestra.
Es decir, se creó un régimen político más corrupto que el régimen priista en un contexto de desarrollo económico neoliberal donde se soltaron todas las amarras del estado para que el poder económico se coludiera como nunca con el poder político. Por eso no fue ninguna casualidad haber engendrado en ese contexto al hombre más rico del mundo producto del saqueo que hizo del gobierno y la población, me refiero a Carlos Slim.
Los doce años de gobierno del PAN en la presidencia de la república no construyeron ningún nuevo modelo político para el país y se dedicaron a cogobernar con el PRI a través de los gobernadores. Ambos, PRI y PAN, se convirtieron en socios de la “feria” como ocurrió con el despilfarro que hicieron con la fortuna que generaron los excedentes petroleros que sumaron más de 130 mil millones de dólares y que se repartieron en esos doce años de fiesta y de festín de gobierno del PAN.
La presidencia de México y la mayoría de los gobiernos estatales se convirtieron en socios y cómplices en el reparto de esa ganancia producto del petróleo mexicano y así dejaron hacer y dejaron pasar, despilfarrándolo en ese periplo de gobiernos panistas que representan hoy por hoy el peor fracaso en la conducción política del país.
Vicente Fox y Felipe Calderón, encarnaron la incompetencia de gobernar y se convirtieron en los padres de los engendros corruptos en los gobiernos de los estados y municipios del país.
El fracaso de la alternancia con los gobiernos del PAN son padre, madre y parteros de la descomposición que hoy vive el país. Poner orden y reencausar la república el día de hoy implica mucho más que meter en la cárcel a los corruptos por que no se trata de un asunto de policías y ladrones sino de un modelo de país totalmente agotado que no queremos cambiar, que si no se hace nada al respecto seguramente el mundo de la corrupción seguirá peor y así ¿quién cerrará la puerta?