top of page

POSTS RECIENTES: 

SÍGUENOS:

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey

El interés superior del niño y algunos hechos que lo contradicen en México


El 16 de diciembre de 2014, los entonces diputados María del Rosario Sánchez Zatarain, Robespierre Lizárraga Otero y este servidor, integrantes de la LXI Legislatura del H. Congreso del Estado, nos dimos a la tarea de formular una iniciativa de ley a fin de proteger a los infantes, bajo el principio del interés superior del niño y con la convicción de la gran importancia de este sector en el mundo.

La iniciativa de decreto por el que se expide la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Sinaloa fue una armonización de nuestra legislación local con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la cual tiene como objetivo asegurar un desarrollo pleno e integral, lo que implica la oportunidad de formarse física, mental, emocional, social y moralmente en condiciones de igualdad en cada una de las etapas de crecimiento.


También recuerdo que la iniciativa propuso especial cuidado y atención a niñas, niños y adolescentes en situación extraordinaria, tales como los hijos de jornaleros agrícolas, indígenas, migrantes, discapacitados o que se encuentren en condición similar. Esta iniciativa especifica los 19 derechos elementales de toda niña, niño y adolescente.

La iniciativa fue aprobada el 31 de julio de 2015 y fue expedida mediante el decreto 407, Publicado en el Periódico Oficial numero 123 de fecha miércoles 14 de octubre de 2015. Segunda Sección.


El fin de proteger a este segmento social bajo el principio del interés superior de la niñez se entiende como un conjunto de acciones y procesos tendientes a garantizar un desarrollo integral y una vida digna, así como las condiciones materiales y afectivas que les permitan vivir plenamente y alcanzar el máximo de bienestar posible.

Es pertinente destacar también que a la luz del referido principio, tanto las sociedades como los gobiernos tienen el deber de efectuar el máximo esfuerzo para cimentar condiciones favorables, a fin de que los infantes vivan y desplieguen sus potencialidades, al margen de las coyunturas políticas, sociales y económicas; ello implica asignar todos los recursos posibles para garantizar su pleno desarrollo.


Sin embargo, ese principio y los propósitos contenidos en la Ley Suprema y en el derecho convencional, no se ven reflejados en la realidad en nuestro país. Prueba de ello es que, según la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México (ENIM 2015), el 10.4% de la población entre 5 y 14 años de edad realiza algún tipo de trabajo, sólo el 92.2% asiste al primer grado de la escuela primaria, lo que significa que el 7.8% se queda sin matrícula al menos en dicho grado; asimismo, únicamente el 34.9% de menores de 5 años dispone de libros infantiles en sus hogares, principalmente por motivos de desigualdades económicas, es decir, por situación de pobreza o marginación.


Los hechos contradicen, pues, el principio del interés superior del niño, contenido en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en lo dispuesto en el numeral 3° de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.

También niega en parte lo dispuesto por el artículo 3° de la citada Ley Suprema de la Unión y sus leyes reglamentarias, específicamente en materia de cobertura educativa.


Igualmente, refuta lo dispuesto por el emblemático artículo 123 de la Carta Magna y su ley reglamentaria, que regula, entre otros, la prohibición del trabajo infantil. De ahí la necesidad de propugnar por mejores condiciones materiales y humanas a favor de nuestra niñez.

Por estas razones, y con profunda sensibilidad humana, nos hemos dado a la tarea de impulsar programas sociales encaminados a beneficiar a los sectores más desprotegidos de nuestra entidad, sumando al momento más de 60 acciones de esta naturaleza. Especial atención les hemos puesto a los programas orientados a los infantes en situación vulnerable a lo largo y ancho de Sinaloa.


Por ejemplo, entre otras acciones, hemos gestionado infinidad de becas, entrega de uniformes escolares, dotación de material deportivo, impartición de clínicas deportivas y clases de recuperación académica, entre ellos para la enseñanza del idioma inglés. También hemos apoyado la constitución de rondallas infantiles, clases de guitarras y otros instrumentos musicales, así como cursos de valores éticos y clases de repostería y cocina.

Esta misma semana que hoy concluye, y con motivo del Día del Niño, mi esposa Angélica Díaz, con un excelente equipo de voluntarios, realizó una serie de actos en diversos lugares de Sinaloa, en los que se incluyeron concursos de golfito, tiros a gol, encestes, picheos, así como exhibición de películas; y cada evento se coronó con la entrega de regalos y dulces.

Ciertamente, esta actividad es coyuntural, sin embargo complementa todos los programas sociales que permanentemente impulsamos con la plena convicción de atender y hacer felices a miles y miles de niñas y niños, sobre todo aquellos que se encuentran en situación vulnerable.

Muchas felicidades a los niños sinaloenses.


Gracias y que pasen un excelente fin de semana.


Ancla 1
bottom of page