Los 4 puntos
Dolor, indignación, coraje e impotencia genera en el gremio periodístico el cobarde asesinato de Javier Valdez Cárdenas.
En ello, la exigencia de que los diferentes niveles de gobierno se pongan a trabajar, que den resultados positivos… o se den las obligadas renuncias.
El acto de barbarie ocurrido este lunes derramó la paciencia de muchos de los periodistas que hasta ese día habían estado medio apáticos; no era para menos, tratándose de un compañero muy querido, y de una agresión que se siente muy directa en contra del trabajo de los periodistas.
Ayer participamos en una manifestación frente a Catedral, que muchos compañeros seguimos sin saber cómo fue organizada; confesemos que participamos parcialmente en la marcha, que la dejamos en el trayecto con la moral decaída ante la presencia de intereses ajenos a los del gremio.
Varios colegas compartieron con quien esto escribe su desazón por ver esto que comento; algunos muy reclamadores en las manifestaciones, pero callados o ausentes en la reunión con el gobernador; actores políticos intentando y algunos llevando agua a su molino; que cuando menos uno intervino indebidamente en el encuentro de ayer, que se supone era con periodistas, y que varios más quisieron hablar sin que se los permitieran.
Por fortuna, finalmente los resultados fueron positivos.
El gobernador Quirino Ordaz Coppel los recibió; condenó el crimen; compartió ante los presentes su dolor y su indignación, y concluyó en un acuerdo de cuatro puntos que son la creación de un equipo de investigación especial dependiente de la Procuraduría General de la República; la operación de una mesa de seguimiento que formarán periodistas, miembros de la sociedad civil y especialistas en derechos humanos; el compromiso de informes puntuales sobre avances y resultados de la investigación por parte del Fiscal General del Estado ante los comunicadores, así como reuniones frecuentes del mandatario sinaloense con el gremio periodístico para informar sobre los avances en la investigación.
Debo insistir en una posición personal que ya he planteado repetidamente en eventos públicos y en mi Altoparlante: los periodistas no somos ni debemos pretender ser ciudadanos de mayor nivel que los demás.
La vida de un colega nos duele más por razones naturales, como les duele más a los médicos o a los maestros que se asesine a uno de sus miembros.
Pero nuestras vidas valen lo mismo que las de los demás.
Por eso, aunque pueda parecer políticamente incorrecto tengo que reiterar mi tesis de que no debemos exigir un trato especial; ello ofende a muchos otros, nos lo digan o no.
La Asociación de Periodistas de Sinaloa ha demostrado a cabalidad que lucha con todo por el gremio; para el análisis de la problemática de inseguridad y delincuencia que vivimos, tendremos asamblea extraordinaria el día de mañana.
Nos preocupa que al paso de poco tiempo las cosas terminen igual, pero sin Javier Valdez; y luego sin otro de nosotros, círculo repetido cada vez que nos agreden.
Hay que hacer algo más, algo diferente; con responsabilidad y con inteligencia. Intentarlo, cuando menos.