Violencia no respeta ni los centros educativos: Rector

La delincuencia organizada ya no respeta ni los espacios educativos, lamentó el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Juan Eulogio Guerra Liera, al advertir que un vigilante de la Escuela de Agronomía se debate entre la vida y la muerte luego de ser atacado por un grupo de armado que irrumpió en las instalaciones de la institución.

Señaló que el lunes por la noche individuos armados que perseguían a un sujeto, atacó al guardia a quien le amputaron una pierna y su vida está en riesgo.

“Cuál era la intención, dañar a estas personas y además interferir en una institución que únicamente oferta educación y atiende a los hijos de los trabajadores sinaloenses”, indicó.

Guerra Liera informó que ya se giraron instrucciones al director Jurídico de la Universidad, Alfonso Carlos Ontiveros Salas, para interponer la denuncia correspondiente y esperar una pronta respuesta de la Fiscalía General del Estado, que cuenta ya con documentación de otros 200 casos de delitos cometidos en perjuicio de universitarios.

Por otro lado señaló que el hecho de que la Procuraduría General de la República ofrezca una recompensa a quien proporcione información que lleve al paradero de los asesinos de seis periodistas, entre ellos el de Javier Valdez, demuestra que no hay avances en las investigaciones.

“Cuando alguien ofrece recompensa por algo es porque no sabe dónde está y esto tratándose de una vida es verdaderamente lastimoso que le apostemos a que alguien, más allá de la obligación cívica, le llame la atención el impacto monetario para señalar quiénes fueron los actores materiales”, dijo.

Guerra Liera consideró que la estrategia de la PGR pone en duda los avances que registran las investigaciones, de las cuales, el rector dudó que haya avances.

Reiteró que este hecho manda una mala señal a la sociedad de que no se han materializado los avances de los casos y aleja la posibilidad de lograr el esclarecimiento de los crímenes.

“Podemos esperar la colaboración de la población, pero lo que no se vale es comprarlos, enviarle un aliciente, que es el económico y que pensamos que no tiene la capacidad moral y ética”, señaló.