El Gobernador Puede
Necesita instrumentos
El Plan Estatal de Desarrollo del gobierno de Quirino Ordaz Coppel se ha propuesto aspectos fundamentales para el desarrollo de Sinaloa, que son indiscutibles y merecen el respaldo de todos.
Pero esas definiciones ahora necesitan la creación de los instrumentos que los viabilicen, así como los mecanismos de construcción que signifique la articulación de fuerzas suficientes y el proceso que se tendrá que cursar lo que de suyo representa una estrategia integral de gobierno.
Abiertamente en algunos espacios ya se ha llegado a caracterizar al gobierno estatal como “empresarial”, lo que en si no dice nada pero que refleja lo que algunas opiniones se vienen formando, quizá considerando el origen de familias de empresarios del gobernador, lo cierto es que es indispensable que el gobierno adquiera identidad y se defina, perfil que se lo dará esa estrategia de gobierno.
¿Cuáles podrían ser los ejes de esa estrategia? En primer término, considero el diseño como un instrumento que permita claridad en los proyectos de cualquier orden, que sea posible articular lo que ya iniciaran gobiernos anteriores, como lo que se debe iniciar ahora y lo que harán otros gobiernos venideros.
En segundo lugar, los proyectos que se diseñen deber ser discutidos y consensuados con la pirámide social, con las instituciones, con las fuerzas políticas y los poderes económicos ¿Que parece muy difícil? Sí, sí lo es, pero el gobierno necesita pactar con todos para decirlo con precisión y pactar en todo, por lo que se necesitan ideas y diseños claros.
En tercer lugar, inscribirse con un proyecto nacional en un programa sinaloense sin partidizar y mucho menos electorizar, porque eso es dar al traste con todo y enterrar la cabeza en la tierra. La bandera del gobierno en Sinaloa son los sinaloenses, es su economía, su bienestar y su democracia. Sería catastrófico que con tan poco tiempo en el gobierno se desvíen tan temprano, y peor, se equivoquen.
En cuarto lugar, es indispensable trabajar en la cohesión social que permita un ambiente de profunda solidaridad entre todos, lo que obliga al gobierno a abrir los brazos a todos los que sufren sin escudarse en la institucionalidad de las competencias o los subterfugios de la complejidad de los problemas o circunstancias. No se vale escudarse en nada, lo mínimo que un gobierno puede brindar a los ciudadanos es compromiso con su sufrimiento y sus causas.
Y por último, la necesidad de realizar un informe lo más amplio y profundo sobre lo que se hace y lo que se va a hacer por el gobierno. No es posible fincar ningún gobierno en la ignorancia y muchísimo menos en la truculencia ocultando y engañando. Lo mejor sería la apertura y el diálogo mediante una comunicación permanente. Si se quiere, se puede.