TLC: El 16 Empieza
Ojalá mejore
Este 16 de agosto empieza la primera ronda de la revisión del TLC entre México, Canadá y Estados Unidos de las siete rondas que acordaron para concluir el próximo mes de noviembre, que encabezarán por parte de México el secretario de relaciones exteriores, Luis Videgaray, y el secretario de economía, Ildefonso Guajardo.
A diferencia de hace 24 años, cuando la ofensiva de los Estados Unidos era radical contra México para desmantelar lo que quedaba aún del sistema económico paraestatal después de la privatización del salinismo, hoy en día es Estados Unidos quien está en desventaja porque al final México se convirtió en plataforma mundial de empresas de múltiples países que realizan su comercio asociados con capitales mexicanos.
Incluso, son también empresas norteamericanas que han instalado sus plantas industriales e inversiones en múltiples ramos económicos quienes desde México compiten con sus propias plantas en Estados Unidos, como la industria automotriz, por citar un ejemplo.
México, hoy por hoy, junto con Canadá y China, son los tres principales socios comerciales de los Estados Unidos en el mundo, y México tiene condiciones, por su enorme frontera y cercanía sobre todo, de mayores ventajas que China por lo menos.
En el renglón industrial y específicamente los energéticos, a México le seguirá yendo bien y donde seguirá teniendo su “talón de Aquiles” será en la producción primaria, particularmente porque somos deficitarios en granos y las frutas, legumbres y carnes, que tiene mucho que ver su aceptación con los intangibles certificados de origen, que tienen que ver con la inocuidad y calidad, seguirá siendo un eslabón débil de la cadena de valor de nuestra producción agropecuaria.
Y respecto a los granos nos está afectado permanentemente el déficit de más de diez millones de toneladas de maíz, de trigo y oleaginosas en general, el hecho de no convertir el maíz blanco en un producto especial por su calidad y cualidades distintas al maíz amarillo, no combatir la disparidad de los subsidios que fija el gobierno norteamericano para sus productores, así como la falta de producción nacional de insumos (semillas, fertilizantes y maquinaria).
Otro aspecto relevante de la revisión del TLC respecto a México será la demanda de Canadá y Estados Unidos que exigen que México eleve los salarios de los trabajadores, porque argumentan con mucha razón que es una ventaja muy grande para México en la competencia comercial por el enorme impacto que tienen los bajos salarios en los costos de producción.
Argumentan que mientras ellos pagan once dólares la hora de trabajo, en México se pagan ochenta pesos el día de trabajo como salario mínimo, lo que equivale a media hora de un obrero norteamericano. El TLC no puede funcionar con un país con tan bajos ingresos de sus trabajadores porque tarde o temprano ese país va a explotar y afectar a todos sus socios.
Ojalá y el gobierno mexicano, especialmente el de Sinaloa, haya tomado cartas en el asunto por el renglón agropecuario y entiendan el caso de los salarios de que es por el bien de todos y no actuar como lo hizo Carlos Salinas de Gortari en 1993 que excluyó de las negociaciones particularmente a la CTM y al Congreso del Trabajo que demandaban en aquel entonces equidad salarial con los Estados Unidos y Canadá.
Hoy más que nunca adquiere vigencia la propuesta que desde el 2015 viene haciendo Miguel Ángel Mancera de elevar el salario mínimo a 200 pesos diarios y restablecer la canasta básica. A todo el país le conviene que los trabajadores ganen más y obtengan un poco de justicia ante el maltrato hasta ahora, incluso al TLC lo beneficia también.