La UAS: Al Límite
Urge apoyo
Como nadie la Universidad Autónoma de Sinaloa hoy lucha a brazo partido porque ningún joven se quede sin oportunidad de estudiar y esta actitud debiera merecer por lo menos solidaridad y apoyo por parte de todos los niveles de gobierno y los diputados, ante este reto que todo mundo debe reconocerle a la universidad por el esfuerzo.
El apoyo a la juventud y sobre todo garantizar la oportunidad de estudiar es uno de los mayores estímulos que pueden recibir, además de que les brinde la oportunidad de encauzar sus vidas de acuerdo con sus sueños y aspiraciones.
Hace 50 años la UAS estaba en manos de las élites que consideraban que la sociedad se dividía en los de arriba y en los de abajo, donde las necesidades de leer, saber y estudiar una profesión solo estaba destinada para los de arriba aunque la constitución también les diera derechos a los de abajo, a todos.
Fueron los jóvenes de los años setentas del siglo pasado quienes rompieron ese esquema e hicieron que la UAS se popularizara, que se abriera para todos, que hubiera secundarias y preparatorias en todos los municipios y para todo mundo, que se abriera y ampliaran las carreras, que se construyeran edificios y que se crearan sistemas de educación en bachillerato y profesional. Fue una revolución educativa la de aquella época.
Revolución que hoy se sostiene y mantiene después de haber crecido de 1800 estudiantes en 1970 a 143 mil en este 2017, mediante un esfuerzo constante de los universitarios en las diversas etapas que han cursado desde entonces a la fecha.
Este es sin duda el mayor triunfo de la autonomía de la UAS, que sus liderazgos han sostenido y fortalecido en los últimos tiempos con un afán que los enaltece y merecen el reconocimiento.
Tan sólo el hecho de atender a 66 mil estudiantes de licenciatura, 58 mil de preparatoria y 20 mil de enseñanzas especiales y posgrados, sumando más de 143 mil alumnos con un presupuesto de 5300 millones.
Y es una revolución la que se mantiene con la UAS trabajando intensamente por mantener las respuestas a la juventud que demanda un espacio en alguna de sus carreras.
El desánimo y frustración de otros tiempos hoy es ilusión de que nuestros hijos tengan esa oportunidad y deben fortalecerse apoyando todos a la UAS para que tengan las condiciones adecuadas que se lo permitan. Ojalá y entre todos lo hagan propicio. Se puede.