Quirino: 8 Meses
La CONAGO
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Se van a cumplir ocho meses del gobierno de Quirino Ordaz, se tardaron seis meses en presentar su plan de gobierno y es hora aún que no se perfilan con claridad los objetivos ante la sociedad, perdidos en la improvisación y con una franca intención de identidad empresarial, como si el eficientismo del sector privado se traspolara, aunado a esto la confusión de que el sector privado y el sector público son espacios y mundos similares.
Es difícil comprender este gobierno quirinista porque no se le ve destino y menos plan de ruta, como ha quedado plasmado en las líneas generales de su plan de gobierno, donde ni siquiera refleja la idea de un plan y muy bien parece un decálogo de buenas intenciones.
La experiencia de su ejercicio práctico hasta ahora no ha dado visos de atender la gobernanza, ni de dirigir el gobierno, como tampoco de reconstruir y proyectar la sociedad.
Las diversas materias no han tenido la atención que se traduzca en confianza, en seguridad de que existen esfuerzos concertados y denodados por abatir los problemas y alcanzar soluciones.
Por ejemplo, en lo que corresponde a la CONAGO, la organización de los gobernadores del país, apenas se apunta el gobernador para asumir algunas responsabilidades cuando debiera desde el mes de enero haberse inscrito en esa palestra nacional los principales problemas de Sinaloa.
La inseguridad nos ha lastimado de manera muy intensa requiriéndonos a todos que la preocupación se traduzca en acción y lo que debiera ser urgente se convirtió en rutina.
Lo mismo debió de haberse hecho con los problemas de los agricultores, ganadería, pesca y fruticultura ante la urgencia que convocaba la revisión del TLC al que como principal entidad productora agropecuaria aún no estamos en las mesas de análisis que ya se realizan por Estados Unidos, Canadá y México.
O casos más domésticos y sencillos como haber abordado las consecuencias del estío de las vedas en el mar y la temporalidad de la horticultura y la producción de granos que tanto desempleo provocan, agudizando las carencias y desesperación de la gente durante casi 6 meses.
Lo mismo ocurrió con algo tan rutinario como el periodo de vacaciones escolares, donde se debiera atender con vigilancia y con tiempo las instalaciones de los planteles escolares para que arribaran los alumnos sin carencias y con condiciones más apropiadas, pero también esperaron hasta el regreso a clases ¿Para qué anuncia ahora las reparaciones?
Ahí la llevan. Mañana le seguimos.