QUIRINO: 8 MESES
Los huecos
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El tiempo, siempre el tiempo, es el espacio vital de cualquier obra y en la política, más aún en la de Estado, siempre cuenta el antes, el ahora y el futuro. Lo que se hizo, lo que no se hizo, lo que se hace y lo que se va a hacer, ahora están presentes y cuentan, tanto que no se advierten como el agua que gotea y de pronto ya llenó el vaso, porque son hechos al final de todo y marcan existencia y destino.
Así ya resulta evidente la improvisación política en materia de gobierno, con una operación sin conocimiento ni retórica; una planeación ausente que dejó pasar meses y meses en busca del acomodo burocrático sin iniciativa y sin acción; en el sector rural se les olvidó que terminaban las zafras, empezaban las vedas, llegaba el estiaje y el desempleo cundía y ya no se diga de frente a lo que se avecinaba en el contexto internacional con el TLC; como tampoco se recogió lo bueno del malovismo, pensando solo en la estigmatización.
Centralizaron toda la obra pública en busca del control y quién sabe qué cosas más que les han resultado contraproducentes, por ejemplo en el caso de CEAPAS (Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado de Sinaloa), le quitan a las juntas de agua potable la ejecución de obra, provocando con ello una pérdida de más de cien millones de pesos de IVA que antes recuperaban las juntas de la Secretaría de Hacienda, como dicen en el rancho, “pierden los pesos por los centavos”.
Y algo muy curioso es el dato que se refleja en el informe financiero del segundo trimestre que se publica en el diario oficial del 18 de agosto pasado, de que existen 3170 millones de pesos en bancos, es decir, un ahorro de la hacienda estatal inédito en las finanzas públicas.
Inédito sí, pero ¿Qué tan correcto, apropiado y legal es? Vamos por partes: si pretenden utilidades financieras (20 millones de pesos al mes, según las tasas bancarias) como propósito no existe en la ley; si se trata de recursos etiquetados tampoco es legal retenerlos sino que se deben aplicar en los programas que correspondan en tiempo y forma; y si se está desviando tantito peor.
Sin duda, un hecho así merece muchas explicaciones que los diputados debieron demandar, porque el manejo financiero de las empresas se da con fines de lucro y acumulación, mientras que los dineros públicos son para resolver demandas de la sociedad, por lo que ante este caso hay algo que choca y debiera ser aclarado, más aún con tanta necesidad social y proveedor que pagar.
Al final pareciera que el gobierno quirinista “cabalga en caballo de hacienda” y que su futuro parece promisorio con tanto dinero en la bolsa, sin embargo en el horizonte económico, político y social del país, como de Sinaloa también, aparecen múltiples coyunturas que se ve difícil puedan superar en tan corto plazo y con visión tan estrecha y en algunos casos ausentes.
Hasta ahora la capacidad de maniobra política, más allá de mover algunas posiciones en el Congreso del Estado, el aparato político y su operador, el secretario general de gobierno, no han sido puestos a prueba y es posible que allá derive la mayor parte de todos los problemas en el gobierno quirinista.
Ojalá y esta área de gobierno ya no tenga la mentalidad toledista de la política con la que arrancó el gobierno, pensando en el control, las migajas y cómo golpear a la izquierda, como en los viejos tiempos que así vivieron en su juventud, como si fuera un tatuaje aún sin cicatrizar. Ya veremos.