La solidaridad de los mexicanos: una característica sinigual
Una de las características de personalidad que distingue a la enorme mayoría del pueblo mexicano ante la adversidad, es su solidaridad. De allí se explica tan positiva, benevolente y humanitaria conducta que se aprecia en los hechos, derivada delos recientes sismos ocurridos este mismo mes de septiembre. El primero de ellos fue de 8.2 grados en la escala de Richter, que afectó principalmente a los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, cuyo epicentro se localizó en el Golfo de Tehuantepec –calificado como el de mayor intensidad al menos en un siglo–; y el segundo de 7.1 grados en la misma escala, que se sintió de manera sobresaliente en la Ciudad de México, Puebla y Morelos, cuyo epicentro se localizó en esta última entidad, en la localidad denominada Axochiapan, según el Servicio Sismológico Nacional, los cuales dejaron a cientos de miles de damnificados.
Ambos sismos afectaron enormemente diversas localidades y colonias de esas entidades, los cuales provocaron el colapso y agrietamiento estructural de varios edificios de todo tipo, en las que se incluyen templos, viviendas, condominios verticales y horizontales, así como escuelas. Lo más trágico es que estas se encontraban operando a plenitud recibiendo clases sus alumnos; destacando el colegio Enrique Rébsamen, donde se encontraban niños de educación básica, lugar en el que se concentraron de manera sobresaliente los medios de comunicación y un equipo humano bien organizado y discplinado de rescatistas.
En este colegio y en otros lugares que se sufrieron severos daños, queda más que evidenciada la gran solidaridad humana, especialmente los miles de personas que rápidamente se organizaron, tratando de rescatar a quienes quedaron atrapados bajo los escombros de los edificios que colapsaron, aun poniendo en riesgo su propia vida.
Resulta ser verdaderamente conmovedor y emotivo, observar a tanto voluntario trabajando infatigablemente por salvar vidas humanas, así como por rescatar a quienes desafortunadamente la perdieron; pero principalmente por rescatar a quienes todavía les palpita el corazón. Es decir, a quienes aún tienen signos de vida. De manera especial a los niños que quedaron atrapados bajo los escombros del centro educativo mencionado, y que es donde mayormente se ha centrado la atención de los medios masivos de comunicación social, incluidas por supuesto las redes sociales.
En ello se demuestra el sentimiento de unidad y humanismo que por fortuna aúnprevalece en nuestro país,como valor en la inmensa mayoría de los mexicanos, en los que se incluyen tanto a adultos, como a niños y adolescentes, mujeres y varones.
Otros vienen haciendo su gesto de solidaridad en favor de quienes hoy nos necesitan, a través de donativos, ya sea en dinero o en especie, canalizados por medio de organizaciones de la sociedad civil, fundaciones e instituciones de carácter privadas y públicas.
De tal manera que millones de mexicanos estamos prestos para apoyar en causas nobles, como son los hechos de desastres naturales producidos por los resientes sismos.
Es pertinente recordar que este último sismo sucedió al cumplirse exactamente 32 años al acaecido en 1985 en la ciudad de México, en donde lamentablemente perdieron la vida miles de mexicanos. En él también, miles y miles de ciudadanos de todos los estratos sociales demostraron su gran solidaridad y generosidad, quienes se convirtieron en verdaderos héroes nacionales salvando vidas, rescatándolas de los escombros de los edificios colapsados.
Esa fue una gran lección de solidaridad reconocida por las propias autoridades de México y de muchas naciones del mundo.
Dicha solidaridad constituye en nuestro país un enorme motor humano que se erige para prestar ayuda a quien más lo necesita, especialmente tratándose de desastres producidos por nuestra madre naturaleza, como son los sismos y huracanes. De tal manera que podemos arribar a la conclusión de que es una característica sinigual que nos distingue a los mexicanos en general.
Ella –la solidaridad–, nos une como mexicanos y nos hace más fuertes como nación, al imponerse ante las adversidades como ésta que hoy estamos viviendo y que nos ha conmocionado a todos, pero que también nos ha convocado a prestar ayuda a quienes más lo necesitan.
La solidaridad, es pertinente mencionarlo también,que ésta es un sentimiento de unidad que por convicción propia y humanística practicamos los 365 días del año en el Partido Sinaloense –PAS–, a través de los más de 60 programas de índole social que tenemos en operación; tratándole de hacer la carga más liviana a quien más lo necesita, especialmente a las personas más vulnerables.
En dichos programas participan centenas de personas de manera voluntaria y desinteresada. Entre ellos hay médicos, enfermeras, trabajadoras sociales y abogados.
Así como demostramos en los hechos y por convicción propia nuestra solidaridad con las causas más nobles y con los mayormente necesitados. Muchas de nuestras acciones las hacemos de manera silenciosa, tal y como lo hicimos la inmensa mayoría de los cuadros de nuestro partido al reunir y enviar nuestros donativos personales a los afectados por los dos últimos sismos. De tal manera que la solidaridad la vivimos como principio y se demuestra con hechos, también es una característica nuestra como a la mayoría de los mexicanos que se ha volcado en ayudar a nuestros congéneres de manera humanitaria.
Gracias y que tengan un feliz de semana.