Sinaloa ya tiene una Ley para la Atención de Adultos Mayores
Desde el 11 de julio de 2014, como diputados de la LXI Legislatura Local, el grupo parlamentario integrado por María del Rosario Sánchez Zatarain, Robespierre Lizárraga Otero y el autor de estas líneas, después de examinar nuestra agenda legislativa y en congruencia con nuestros principios y convicciones humanísticas, nos dimos a la tarea de formular una iniciativa con proyecto de Decreto de Ley Orgánica del Instituto Estatal para la Atención de Adultos Mayores del Estado de Sinaloa, a la cual se le dio primera lectura el 26 de agosto del 2014 y la segunda lectura de ley el 2 de septiembre del mismo año de su presentación.
La presentación de dicha iniciativa se llevó a cabo debido al insoslayable hecho de que en nuestra entidad se carecía de una ley de esa naturaleza y porque ya desde aquel entonces estábamos convencidos de que era urgente que las personas de la tercera edad en nuestra querida patria chica contaran con ella, para que, a partir de su normatividad, se dinamizaran y sistematizaran obligatoriamente políticas públicas a favor de tan importante segmento poblacional.
A tres años y dos meses de lo relatado, nos complace informar que el martes 10 de octubre de este 2017, la LXII Legislatura Local aprobó por fin dicha iniciativa, de tal manera que los adultos mayores en Sinaloa ya cuentan con un ordenamiento jurídico que dé cauce a sus necesidades materiales y aspiraciones espirituales. Así, tenemos la satisfacción de haber contribuido para hacer justicia a este esencial sector poblacional, tan importante para las familias sinaloenses y para la memoria histórica contemporánea de nuestra entidad.
Si observamos el pasado, no es difícil darse cuenta de que en la antigüedad los adultos mayores eran muy apreciados y se les encargaban funciones muy relevantes. Por ejemplo, en la antigua Roma tenían a su cargo el control del imperio; y antes, en Grecia, particularmente en Esparta, las personas de edad avanzada fungían como consejeros del gobierno, realizaban funciones legislativas y además tenían competencia para juzgar a los reyes; asimismo, dada su sabiduría y enorme experiencia, se acudía a ellos en busca de orientación.
En la actualidad, desafortunadamente, eso es muy distinto, en buena medida debido a que los valores socioculturales y políticos han cambiado radicalmente. Ahora los adultos mayores constituyen un grupo muy vulnerable y hasta son objeto de discriminación, sobre todo en materia laboral, cuando éticamente debería aprovecharse su enorme experiencia de vida y sabiduría. De ahí la necesidad de darles, como antaño, un trato mucho más digno, y no sólo ofrecerles subempleos empacando bolsas o cuidando estacionamientos de supermercados o plazas comerciales, cines o tiendas departamentales, viviendo a expensas de propinas, sin ninguna remuneración formal ni prestación social alguna.
Así las cosas, en lo que respecta al ámbito demográfico, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre los años 2000 y 2050 la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11.5% al 22.6%,lo que equivaldrá a cerca de 2000 millones de seres humanos en ese rango para el año 2050.
Según estas cifras, uno de cada cinco habitantes en el planeta tendrá 60 años o más en la segunda mitad de este siglo, edad a partir de la cual, por cierto, se considera a una persona como adulto mayor, aunque cabe aclarar que en algunos países desarrollados ésta se amplía a los 65 años en adelante y que en algunos lugares se estima que una de cada tres personas (el 32% aproximadamente) será un adulto mayor en el mismo año 2050.
En México, para ese mismo año –2050–, de acuerdo con algunas proyecciones elaboradas por el Consejo Nacional de Población(CONAPO), se estima que habrá 31,223,366 adultos mayores, de un total de 150,837,517 habitantes que se estima habrá para ese mismo año.
Pero haciendo una retrospectiva, es preciso recordar que en 2012 se calculó que en México había alrededor de 10.9 millones de personas de 60 años o más; así, los estudios hechos por el CONEVAL arrojaron que el 31.1% de esa población estaba en una etapa de pre-vejez (60 a 64 años), el 41.3 % se encontraba en la llamada vejez funcional (65 a 74 años),el 12.5 % en la denominada vejez plena (75 a 79 años) y el 15.1% transitaba por una edad avanzada (80 años y más). Los números anteriores implican una mayor esperanza de vida, estimándose que llegue casi 80 años para el 2050.
Al examinar el fenómeno poblacional, históricamente se observa que en 1930 la esperanza de vida de los mexicanos era de 34 años, mientras que para 2016 la esperanza de vida al nacer se estimó en alrededor de 75 años. Hoy es de 77.14 en varones y de 79.54 en mujeres, según el último estudio del perfil sociodemográfico hecho por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). De esta manera, para 2030 México tendrá una población potencial de 20.4 millones de adultos mayores, lo que representará el 15% del total de sus habitantes.
En Sinaloa, según la Encuesta Intercensal 2015 hecha por el INEGI, al cierre del año pasado residían en nuestra entidad poco más de 268,000 adultos mayores de 65 años y más. De estos, 146,366 (el 64.7%) realizaban diversos trabajos clasificados como no remunerados, razón por lo cual sería bueno implementar para este segmento poblacional una política pública integral y verdadera como acto de auténtica justicia social, como lo propusimos en la iniciativa de referencia, y no sólo permitirles o promover que ocupen pseudotrabajos sin las prestaciones formales que les brinden seguridad social y les aseguren una vida mucho más digna en la última etapa de su vida. El adulto mayor merece eso y mucho más, tal y como se aprecia en el espíritu de la citada iniciativa, que por fortuna ya es una ley en Sinaloa gracias al impulso que le dio el diputado Dr. Víctor Antonio Corrales Burgueño, actual presidente de la Mesa Directiva del H. Congreso del Estado.
Lo que falta ahora es que se elabore e instrumente una política integral a favor de los adultos mayores. Por lo pronto, seguiremos trabajando por consolidar e incrementar más de 70 programas sociales que en su implementación benefician a los grupos más vulnerables en nuestra entidad sinaloense.
Gracias, y que pasen un excelente fin de semana.