EL PRI: EN Sinaloa
· A la cargada
Como hacía mucho tiempo no se veía en las filas del PRI en Sinaloa, una cargada tan evidente, que por lo mismo ridícula, a favor de un precandidato presidencial, como ahora con la parafernalia política que armaron en turno a José Antonio Meade, secretario de hacienda del gobierno de la república.
Para nada se detuvo la cargada a favor del secretario de hacienda, ni siquiera la más elemental cortesía política debiera prevalecer, que hicieron José Narro, Aurelio Nuño, Enrique de la Madrid y el propio Miguel Ángel Osorio Chong, se vieron como simples comparsas de acompañamiento en un suceso político tan trascendente que nomás faltó los pusieran de bufones.
Pero quienes convirtieron el evento en tal suceso no fueron los del PRI nacional precisamente, sino el PRI Sinaloa, encabezados por el gobernador Quirino Ordaz Coppel, que lo llevó al extremo de coronar, cual reina de carnaval, al precandidato presidencial Meade al entregarle la camiseta de sus tres socios beisboleros con el insigne Joaquín Vega Acuña a la cabeza.
Lo que se pretendía fuera un acto de organización y promoción política del PRI, el PRI de Sinaloa lo convirtió en una charada para manifestarle al “príncipe” José Antonio Meade que “el reino” de Sinaloa está a su disposición como si se trataran los mismos priistas como meros peleles y súbditos de obediencia plena, y no actores y activos políticos de un partido.
Flaco favor le hizo el PRI Sinaloa, no solo a Miguel Ángel Osorio Chong, al Dr. José Narro, a Aurelio Nuño y a Enrique de la Madrid, sino al propio José Antonio Meade, quien tiene estatura, blasones y cualidades personales suficientes para enfrentar los retos de una precandidatura dentro del PRI sin tanto desfiguro y hasta servicia.
Quienes piensan que el PRI y los priistas viven un ensueño y que sus contradicciones serán “pecata minuta” en la disputa de todas sus candidaturas en todos los estados, se estarán equivocando y creyendo que la reyerta no tocará a sus puertas como si esta no estuviera ya dentro y hasta el tuétano.
Hoy más que nunca el PRI, como todos los partidos políticos, vive en su interior los vientos de la tormenta política que todos van a vivir y que el PRI será el de mayor elocuencia cuando estalle por su definición, sea cual sea la que se dé.
Es un hecho que todos los partidos políticos, y el país mismo, viven bajo el paraguas de una guerra económica que desataron las reformas estructurales y que abrieron campos de batalla hasta ahora irreconciliables y susceptibles de profundizarse dependiendo de los acuerdos geoeconómicos en curso tanto por el TLC como las negociaciones económicas bilaterales que se llevan a cabo con otras economías del planeta.
El candidato presidencial que emerja del PRI será la persona más atormentada políticamente hablando a partir de ese momento, por la hoguera en la que se posicionará y que los juegos palaciegos que armó en Mazatlán el PRI Sinaloa será apenas un recuerdo de un bacanal de elogios, mentiras y pasarela de cortesanos que se quitan la camiseta por cualquiera.
El PRI Sinaloa y quienes lo dirigen pretenden presentar una hegemonía de la que carecen, porque la realidad sea dicha: el 2016 el PRI fue el PRI menos votado en su historia ¿Para que las campanas?