El PAS: En el filo
Lo que pesa
En varias entregas hemos reiterado el valor intrínseco del Partido Sinaloense y su peso decisivo en las elecciones federales y locales del 2018 en Sinaloa, tanto por el peso específico de sus votos al ser la segunda fuerza electoral, como por su capacidad operativa que significa tener resuelta la estructura electoral y cualquier movilización política que requiera, pero que ahora pareciera está atrapado sin la decisión vital de a quién apoyar para la presidencia del país.
Es lógico que así suceda por lo que entraña para los intereses del PAS que se ponen en juego y que no se constriñen solo a lo electoral. También está de por medio el destino de la UAS cuando representa el principal soporte político de la centenaria institución y que es su responsabilidad en buena medida.
El PAS tiene que pensar más allá de la elección porque sus aciertos y errores tienen consecuencias no solo para el partido, que al final siempre tendrá otras oportunidades.
No es fácil decidir bajo esas circunstancias y aunque resulta fácil decidir todo lo que respecta a la elección local, porque los cambios no entrañan los cambios del gobierno estatal, si es muy problemático decidir sobre la elección federal y específicamente en la sucesión presidencial, precisamente por lo que entraña este cambio para el futuro de Sinaloa y la misma UAS.
Por eso la decisión del PAS tiene que ser sopesada y determinada al final del tiempo político que marca el calendario electoral, además que lo tiene que decidir sin ningún prurito ideológico y político con el partido nacional que así lo considere.
¿Puede ser con AMLO y MORENA? Por supuesto que sí, siempre y cuando le permitan encabezar las candidaturas del senado ¿Puede ser con el Frente Ciudadano por México? ¡Por supuesto que también! Bajo las mismas condiciones ¿Puede ser con el PRI? Claro que también, pero tendrá que ser encabezando la senaduría o en su caso que Jesús Vizcarra fuera el candidato del PRI.
¿Por qué así con el PRI? Porque sería una alianza mucho más allá que con el PRI, sería una alianza con todo el gobierno de Sinaloa y el principal aliado del presidente Peña Nieto en Sinaloa es Jesús Vizcarra, quien sería una garantía electoral y política que le resolvería al PAS la elección, el compromiso de apoyo total a la UAS y seguramente continuaría fortaleciendo sus votos, estructuras, programas sociales y espacios políticos.
Una decisión en este sentido también representaría para Jesús Vizcarra mayor fortaleza política en el senado de la república, interlocución directa con quien resulte presidente de la república aunque no sea el del PRI y plataforma electoral anticipada para ganar la gubernatura del estado el 2021.
¿En qué otro sentido gana el PAS? En primer lugar, certidumbre en el futuro político, fortaleza como partido político, porque se dimensionaría ya como parte del próximo gobierno estatal, y algo muy importante: tiempo y espacio político, tan necesario para construir lo que se quiere.
Hay tiempo, faltan meses, sin embargo vale la pena pensar en los escenarios posibles. Tiene sentido.