La cola limpia

Durante los últimos días, en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI y en el equipo de campaña del candidato presidencial José Antonio Meade, se da un fuerte debate.

¿Quiénes y qué perfil deben de tener los candidatos a senadores y diputados federales que acompañen en la fórmula al supremo aspirante presidencial?

Desde luego, hay algunos estados que también renovarán gubernaturas, alcaldías y diputaciones locales, pero ahorita,- según se dice- lo que urge definir son las candidaturas federales, pues son las primeras en tiempo en el calendario electoral.

Hay quienes opinan que se le debe de apostar a los cuadros y liderazgos rentables del PRI, o sea a sus militantes. ¿Los hay suficientes?

Otros opinan que se le debe de apostar a perfiles más ciudadanos, que tengan buena hoja de vida, que tengan la cola limpia y sobre todo, que tengan muchos positivos y poco negativos que les permita tener un buen potencial de crecimiento electoral. El resto lo hace una buena campaña de mercadotecnia y un buen acompañamiento de la estructura del partido.

Y es que hay algo de lo que todos los partidos adolecen. Ninguno tiene los liderazgos suficientes entre su militancia para competir con mayores posibilidades de éxito.

Así, analizar cómo arrancan las precampañas de cada uno de los precandidatos a la presidencia se hace no solo necesario, sino hasta riguroso y vital para entender dónde puede terminar cada uno de ellos en la carrera presidencial.

1.-Andrés Manuel López Obrador arranca con un partido Morena que es de su propiedad como bastión principal. No tiene o cuando menos no se le conocen, cuadros o liderazgos lo suficientemente rentables que lo soporten en los 300 distritos electorales y en los 32 estados del país como buenos candidatos al Senado o diputaciones federales.

Además, Morena, al igual que todos los partidos, -excepto el PRI- batallará para encontrar a las mujeres con la suficiente rentabilidad política que debe postular en el 50 por ciento de los distritos. Eso ya es un handicap en contra.

2.-En Sinaloa, los virtuales candidatos al Senado por Morena son el ex rector de la UAS Rubén Rocha Moya y la ex diputada local Imelda Castro. Ambos son excelentes cuadros en lo profesional pero carecen de suficiente liderazgo social como para aportarle algo adicional a López Obrador. Es más, ambos dependerán de lo que López Obrador les aporte a ellos.

3.-En el caso de Sinaloa, no se ve por dónde Morena pueda encontrar el 50 por ciento de mujeres rentables para las diputaciones federales, para las 9 alcaldías y 12 diputaciones locales. Esa es ya una gran pérdida.

Pero lo más grave es que no se ve por dónde Morena y López Obrador vayan a sacar el otro 50 por ciento de candidatos masculinos con ese mismo perfil exigido de liderazgo y rentabilidad social para poder competir.

Esa es una gran debilidad con la cual arranca López Obrador su lucha por la presidencia.

4.-Ricardo Anaya, virtual candidato del PAN, PRD y MC, arranca con un partido dividido y con aliados que no tienen mucho que aportarle en cuestión de cuadros y liderazgos en los 300 distritos y en las candidaturas al Senado.

5.-En el caso de esta alianza en Sinaloa, se le suma el PAS, pero aun así, ni el PAN, ni el PRD, ni MC y ni el Partido Sinaloense tienen los suficientes liderazgos regionales en los distritos electorales y en las alcaldías y distritos locales para garantizarle votos suficientes a Ricardo Anaya.

6.-En el caso del PAN, sus cuadros son personajes ya muy vistos, con un fuerte desgaste social y político y en muchos de los casos muy desacreditados. El PRD no tiene cuadros ni buenos ni malos y el PAS depende de Héctor Melesio Cuén. No tiene más.

El MC, valdría preguntarse, ¿existe en Sinaloa?

Así la debilidad de cuadros o liderazgos al igual que afectará a Morena, afectará al PAN y sus aliados en Sinaloa.

7.-En el caso de la alianza PRI-PANAL y Verde, lo primero que se dice es que sus definiciones podrían irse hasta los primeros días de enero. Buscan cuadros nuevos, con perfiles ciudadanos, con hoja de vida limpia para mezclarlos con militantes priistas que en lo personal estén limpios. El desgaste del partido, es y sería, otra cosa.

8.-Es por eso que quienes pensaron que la postulación de Héctor Melesio Cuén obligaba al PRI a postular a Jesús Vizcarra leyeron mal. Cuén en realidad sacó de la jugada a Vizcarra por una simple y sencilla razón. ¿Quién le podría decir prostituta a la floripundia?

9.-Así, el PRI va en busca de personajes limpios, sin cola que les pisen y de última hora, se dice que en la lista para el Senado, -según las encuestas levantadas- siguen Jesús Valdés como el puntero y más rentable después de Vizcarra, Mario Zamora en segundo lugar, y de última hora entró un tercero en evaluación. El agro empresario y actual secretario de Agricultura Juan Habberman.

10.-De la posición para las mujeres siguen fuertes Irma Tirado y Martha Tamayo. Ya se antoja difícil que pueda brincar otra mujer a pesar de que en la lista siguen Rosa Elena Millán y Gloria Imelda Félix.

11.-La gran diferencia que sí tiene el PRI en comparación con el resto de los frentes y partidos, es que José Antonio Meade, su candidato a la presidencia, sí podrá encontrar respaldo a su candidatura en los candidatos a postular en los 300 distritos electorales, ya sean hombres o sean mujeres, en los candidatos al Senado y no se diga en las posiciones locales.

12.-Pero además, ante el secuestro o propiedad de todos los partidos ya sea por un solo dueño como ocurre con Morena, el MC, PANAL, Verde, PES, entre otros, o el PAS en Sinaloa, o bien por el apoderamiento del partido por camarillas como ocurre en el PAN o en el PRI donde no se han parido cuadros o liderazgos nuevos, lo que les queda a todos, es ir al mercado electoral ciudadano, ese que no tiene fierro partidista o militancia pues.

13.-Así, todos los candidatos presidenciales van por el voto ciudadano, y en el arranque, con todo y el descrédito que tiene el PRI como partido, sí les saca una clara ventaja al resto de sus adversarios, que será interesante ver, si una vez que se encuentren todos los casilleros de candidaturas llenas, la podrá aprovechar y capitalizar a su favor.

14.-Por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya arrancan solo con su inventario personal y con poca probabilidad de sumar liderazgos adicionales en los distritos y en los estados, mientras que José Antonio Meade, arranca rezagado pero con la expectativa de que empezará a ser jalado por una maquinaria que en definitiva no tienen sus adversarios.

15.-Es por eso que bien vale la expresión. Esto apenas es el arranque y los números de como arrancan, no son, ni pueden ser definitivos.

A la lucha por la presidencia le falta aún todo el camino por recorrerse.

Habrá que estar pendientes.