Partidos buscan candidatos “rentables”
Una vez iniciadas las precampañas presidenciales, lo que sigue es la postulación de candidatos y candidatas a senadores, diputados federales, presidentes municipales, diputados locales, síndicos procuradores y regidores, para completar así la totalidad de los cargos que estarán en juego en las elecciones concurrentes (federal y estatal) a celebrarse el 1 de julio de 2018 en Sinaloa.
Y aquí viene lo bueno, porque el inventario de prospectos verdaderamente rentables en el terreno electoral está muy reducido, debido a la mala imagen pública que en lo general tienen las y los políticos, quienes, con muy pocas excepciones, están reprobados por la sociedad, por el sólo hecho de dedicarse a la actividad más repudiada en nuestros tiempos… Y todas las encuestas lo confirman: la política.
Por ello, los partidos políticos se han dado a la tarea de buscar nuevos prospectos entre la llamada “sociedad civil”. Consideran que para “seducir” a los potenciales y exigentes electores se requieren candidatos con un perfil alejado de lo que conocemos como políticos tradicionales o, dicho en otras palabras, buscan personajes que conecten mejor con los ciudadanos.
Pudieran ser funcionarios del sector público con buena imagen (pública y privada), empresarios del sector privado con vocación social y buena imagen, o bien, políticos de carrera, pero con una trayectoria intachable, como dicen coloquialmente, que no tengan cola que les pisen.
El PRI, quizás por ser el partido político más desprestigiado (aunque no hay uno que se salve) está marcando el paso con José Antonio Meade como candidato a la Presidencia, porque es el único de los tres que aspiran a ese cargo que no es militante de partido político.
Especialistas en mercadotecnia electoral consideran que dicha característica ha sido, de arranque, una ventaja para Meade, pero bien sabemos que el sólo hecho de no estar afiliado a un partido político no es suficiente para ganar una elección, como no lo será para ninguno de los otros candidatos.
Como ya lo hemos dicho aquí, el resultado de una campaña electoral depende del desempeño del candidato, de sus propuestas, de su capacidad para convencer a los ciudadanos apartidistas sin perder el voto duro de la militancia, pero principalmente depende de la eficiencia que demuestre en los hechos la estructura del partido que lo postula para llevar votos a las urnas.
En estas circunstancias, el reto, no sólo para el PRI, sino para todos los partidos políticos, será seleccionar buenos candidatos y candidatas, pero principalmente contar con una estructura motivada, unida, comprometida y preparada para la lucha electoral.
En lo que se refiere al PRI, si la estrategia de ese partido será aplicar “la receta Meade” para definir las candidaturas a senadores y diputados federales, por referirnos sólo a la elección federal, tendría que pensarse en prospectos que, de entrada, tengan una buena imagen o, como dicen ahora, “que no tengan negativos”.
En el servicio público hay varios prospectos que pudieran resultar rentables en el terreno electoral, y se sabe que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI los está valorando desde hace varios meses.
Para la competencia por la Senaduría, en el grupo de las mujeres están en la lista desde hace varios meses Rosa Elena Millán, Irma Tirado, Martha Tamayo y Gloria Himelda Félix. En tanto que para las diputaciones federales pudieran ser consideradas Liliana Cárdenas, Margarita Villaescusa y Maribel Chollet.
En el grupo de los hombres para el Senado la lista es larga y siguen firmes el alcalde de Culiacán, Jesús Valdés; el empresario y ex alcalde de Culiacán, Jesús Vizcarra; el director de Financiera Nacional, Mario Zamora, el ex diputado federal y ex alcalde de Culiacán, Sergio Torres; el exdiputado federal y ex embajador, Heriberto Galindo Quiñones; el secretario de Agricultura del Gobierno del Estado, Juan Habermann; el director de delegaciones del ISSSTE, Alfredo Villegas Arreola y el ex secretario general de gobierno y ex diputado federal, Gerardo Vargas Landeros.
Para Diputados Federales pudieran estar listos para dar el brinco algunos legisladores locales, como la propia Irma Tirado (Si no se le considera para el Senado), Aarón Rivas Loaiza, Carlos Montenegro, José Menchaca, Emma Karina Millán y Maribel Chollet.
También están siendo evaluados funcionarios con buena imagen en la opinión pública y que cumplen con el perfil ciudadano que busca el PRI. Ahí están entre otros el delegado de la SCT, Héctor García Fox; el director de COBAES, Sergio Mario Arredondo; el secretario particular del gobernador del estado, Sergio Jacobo Gutiérrez (quien también quiere ser candidato a alcalde de Navolato), el director de CONALEP, Melchor Angulo Castro y la directora del Instituto Sinaloense de las Mujeres, Reyna Araceli Tirado. De esta lista, nos dicen que podrían estar dos ya bien “amarrados”, pero habrá que esperar.
Entre los delegados del Gobierno Federal hay otras figuras con amplia trayectoria partidista, como Jorge Abel López Sánchez, delegado de la SEMARNAT, quien también aspira a ser candidato a la alcaldía de Mazatlán; Rafael Rodríguez Castaños, delegado de Economía y el recién designado delegado de la PROFECO, Gilberto Ojeda Camacho, quien está realizando un trabajo de mucha presencia en el estado.
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Más nombres… En lo que se refiere a las elecciones locales, por principio de cuentas habría que considerar a los Presidentes Municipales y Diputados Locales que tienen posibilidades de lograr la reelección en sus respectivos cargos.
En lo que corresponde a los alcaldes, todo indica que serían cinco quienes al parecer tendrían asegurado su boleto para competir por un segundo período, pero ahora de tres años.
En ese selecto grupo están considerados, en la zona norte: Álvaro Ruelas, de Ahome y Nubia Ramos, de El Fuerte; En la zona centro: Jesús Valdés, de Culiacán (Si no se le considera para al Senado) y Carlo Mario Ortiz, de Salvador Alvarado; en la zona sur sólo se menciona al alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta.
En el resto de los municipios lo más probable es que el PRI se incline por lanzar a nuevos candidatos, en virtud de que los actuales no gozan de buena imagen entre sus gobernados, debido al desorden político, financiero y administrativo que ha imperado en sus gobiernos.
El caso más claro es Guasave, donde está más que perfilado el diputado local, José Menchaca, aunque también se analizan otros perfiles, como el abogado y ex diputado local, Luis Cárdenas Fonseca, a menos que quien manda en el PRI se la quiera jugar de nuevo con la alcaldesa Diana Armenta, pero sería una decisión con un alto riesgo de derrota.
Con posibilidades de reelección en el Congreso local hay pocos diputados priistas, debido al desgaste al que fueron sometidos durante la legislatura, particularmente con la aprobación de las cuentas públicas de la administración de Malova.
Pero de los pocos que se salvan por su desempeño individual, capacidad de operación política o cercanía con el gobernador Quirino Ordaz, están Irma Tirado (Si no se le considera para el Senado), Aarón Rivas y Carlos Montenegro (si no se les considera como candidatos a diputados federales), Emma Karina Millán, Maribel Chollet, Marcos Osuna y Margarita Villaescusa.
Por supuesto que todo lo anterior queda en el terreno del análisis periodístico y la especulación política, porque oficialmente nada está decidido en el PRI.