2018, AÑO DE RETOS LAS COSAS QUE PASAN
El 2018 es un año clave para México ya que
elegiremos nuevo Presidente de la República
En Sinaloa la elección incluye renovación
de los 18 ayuntamientos y la legislatura local
México vivirá en el 2018 un año electoral crucial. No sólo renovaremos en lo federal al próximo Presidente de la República y al Congreso de la Unión, sino que estará en juego la permanencia de un modelo económico neoliberal implementado desde el gobierno de Miguel de la Madrid y que hoy hace crisis ya en la multiplicación de la pobreza, ya en el aumento desmedido de la corrupción en todos los niveles.
Y en lo local el desafío al PRI es notorio con la coalición PAS y PAN, junto al PRD y el MC.
Sólo PAS y PAN mantienen juntos un voto duro superior a los cuatrocientos mil sufragios.
En el ámbito federal el enemigo a vencer es Andrés Manuel López Obrador.
Curiosa la historia de este personaje porque el sistema que lo derrumbó hace seis años, lo levantó poco después por la vía del hartazgo social y la decepción popular respecto de los resultados del gobierno de Enrique Peña Nieto.
¿Cuál será entonces el tamaño de la factura que el PRI, el PAN y el PRD pagarán por la aprobación de las reformas estructurales?
José Antonio Meade es presentado como un candidato ciudadano del PRI, al que le atribuyen honestidad y el ser cabeza de una buena familia.
Pero este “buen hombre” es considerado por muchos mexicanos como más de lo mismo que hoy tenemos.
Los genios del periodismo y la mercadotecnia apegados a la ubre del gobierno, nos presumen que José Antonio Meade realiza su precampaña viajando en aerolíneas comerciales, y se les olvida que este personaje viajó hace unas semanas en un helicóptero oficial a Guanajuato, a visitar a su amigo Vicente Fox.
Con cuál de los dos nos quedamos?
Haciendo tercio encontramos al panista Ricardo Anaya, el joven que encabezará la coalición que la derecha firmó con el PRD y el Movimiento Ciudadano.
La coalición Por México al Frente deberá trabajar mucho para alcanzar un protagonismo importante.
El de Anaya no es un camino fácil.
Digamos que Anaya es hoy para el PAN lo que en su momento Roberto Madrazo significó para el PRI, en términos de apoderarse de su partido y de la candidatura presidencial.
El de Madrazo resultó un final triste. El de Ayala podría resultar igual o parecido.
En Sinaloa el destino de por México al Frente, tiene buen sustento en el crecimiento del Partido Sinaloense, pero además depende del cómo en el PAN sanen sus heridas internas.
Interesante entonces lo que viene.
Así están las cosas…