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El Senado de la República: historia y futuro

El Senado de la República, también conocido como Cámara Alta, es uno de los muchos espacios de decisión política que se renovarán en las elecciones generales del próximo domingo 1 de julio. Con la legítima aspiración de formar parte de él en representación de Sinaloa, hace unos días dimos a conocer ante los medios de comunicación el comienzo de nuestra precampaña auspiciada por la coalición “Por México al Frente”, conformada por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano.

Es este un nuevo proyecto político que resulta apasionante para un servidor, y es así por la alta responsabilidad que significa representar a Sinaloa en una institución que simboliza el pacto federal, así como el destacado papel constitucional en la historia que ha jugado desde que México se conformó como nación independiente.

Son emblemáticos los artículos constitucionales que le dan sustento jurídico al Senado de la República. El artículo 40, por ejemplo, define a México como una “República representativa, democrática, laica y federal”, el 49 establece que el “Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial y el 50 especifica que “El poder legislativo de los Estados Unidos Mexicanos se deposita en un Congreso General, que se dividirá en dos Cámaras, una de diputados y otra de senadores”.

Históricamente, el Senado ha sido un actor constitucional de nuestro país. Por ejemplo, en la Constitución de 1824, en su artículo séptimo, se dispuso que el Poder Legislativo de la federación estuviera depositado en un Congreso General (como hoy), integrado por dos cámaras: una de diputados y una de senadores. Y en su artículo 25 mencionaba que el Senado se compondría de dos legisladores por cada estado, con una duración en el cargo decuatro años yserían renovados por mitad cada dos años.

Sin embargo, tiempo después la célebre Constituciónliberal de 1857 fue lapidaria con la Cámara Alta y determinó su cancelación, estipulando en su artículo 51 que el Poder Legislativo fuese unicameral.

Más tarde, durante el gobierno del presidente Sebastián Lerdo de Tejada se retomó la propuesta de incluir nuevamente al Senado, por lo que el 13 de noviembre de 1874 fue restaurado yel 16 de septiembre de 1875 reinició sus trabajos a partir de la apertura del Congreso.

Ya en el siglo XX, en la conformación del Congreso Constituyente de 1917 se ratificó la pertinencia de un poder legislativo bicameral, con dos senadores por entidad federativa, en periodos de cuatro años y renovando la Cámara Alta por mitad cada dos años.

Muchas cosas han cambiado a la fecha. Hoy el Senado está conformado por 128 integrantes: 64 electos por el sistema de mayoría relativa (dos por cada entidad), 32 por primera minoría (uno por cada estado) y 32 son electos por el principio de representación proporcional; esto último, a juicio de muchos, es contrario a la esencia congresual del Senado.

Son muchas las funciones que hoy tiene el Senado como pilar fundamental de la división de poderes y como máxima tribuna política de la nación para deliberar y llegar a los mejores acuerdos a favor de México.

Sus facultades exclusivas (también tiene concurrentes con la Cámara de Diputados) están definidas en el artículo 76 de la Constitución, y algunas de las más relevantes serían las siguientes: analizar la política exterior, aprobar los tratados internacionales, designar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nombrar al fiscal general de la República, aprobar la estrategia nacional de seguridad pública, aprobar la designación de la Junta de Gobierno del Banco de México, citar a secretarios de Estado para que informen cuando se discute una ley o se estudie un negocio de su ramo, y muchas otras de similar trascendencia.

En lo personal, y sin ninguna presunción, he trabajo intensamente para llegar bien preparado a esta responsabilidad. Ya fui legislador local, y el Grupo Parlamentario del PAS en el Congreso de Sinaloa que coordiné fue ejemplo de productividad. Conozco muy bien la labor parlamentaria, sus tres funciones esenciales: hacer leyes, ser un contrapeso fiscalizador del Ejecutivo y de los recursos públicos, y ser un puente de gestión social entre los ciudadanos y las instancias de gobierno. Por mi persona habla mi hoja de servicio, y les pido estar atentos a nuestra campaña y a nuestras propuestas.

Gracias y que pasen un excelente fin de semana.


Ancla 1
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