¿Agandalle?
El peligro de la división se acrecentaba ayer dentro del Partido Revolucionario Institucional.
Que en la asignación y el reparto de las candidaturas a las presidencias municipales y las diputaciones locales son varios los lastimados; que no les tocó, o les dieron menos de lo que sienten merecer.
Como es natural, cada quien habla según le haya ido en la fiesta.
Algunas y algunos muy contentos, otras y otros visiblemente molestos o alejados de los reflectores, con el sentimiento a todo lo que da.
El reclamo de que unos pocos tuvieron casi todo, con la duda y hasta la afirmación de que los que mandan en el tricolor están haciendo todo lo posible para perder de manera estrepitosa en los comicios de julio próximo.
Cobraban fuerza las versiones de que fulano, mengano y perengano calibraban la invitación y los ofrecimientos de otras fuerzas políticas.
O hacer una huelga de brazos caídos; no trabajar para nada en la búsqueda de votos, o hacer como que sí, pero por abajo bolas.
Voces ayer decididas de irse con los de enfrente, todavía con la duda de si lo harán de manera pública o por debajo de la mesa.
Y todavía faltaba la definición de las fórmulas para el senado y las diputaciones federales, donde las complicaciones cobraban una relevancia mayor.
“Pinta para desbandada”, nos dijo un frustrado aspirante a candidato.
Ruido o nueces, la realidad es que el PRI enfrenta en lo local una elección muy difícil, particularmente por la alianza del Partido Sinaloense con el frente formado por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano.
Si con sólida unidad el reto resulta severo, una división representaría la imposibilidad de ganar donde desde el principio se ve difícil, y la complicación de hacerlo donde según ellos la tienen asegurada o muy fácil.
Ya hemos referido aquí lo mucho que les encanta a los priístas hacer cuentas alegres, como si de verdad los ciudadanos anden brincando de ganas por salir a darles el voto.
Por momentos les ha entrado la depresión por lo que sus propias encuestas les dicen, pero vuelven a darse ánimos en el supuesto de que a nivel nacional el puntero terminará cayéndose, y el candidato ciudadano subirá como la espuma, hasta ganar.
Son y serán días de rumores, confirmaciones o negativas.
Pendientes.
LOS EMPUJONES
Una muestra pública de las complicaciones tricolores la dio a eso de las seis de la tarde de ayer el presidente del Congreso del Estado, diputado Víctor Manuel Corrales Burgueño, al señalar que el punto número 29 del orden del día estaba programado para adelantarse, pero todavía no se tenían los acuerdos o decisiones.
Se refería a la elección de los presidentes municipales sustitutos, de los que se conocían ya, entre otros, a Antonio Castañeda Verduzco en Culiacán y José Joel Bouciéguez Lizárraga en Mazatlán.
Acuerdos y decisiones a tomar no por parte del poder legislativo, sino por el PRI.
Se habían filtrado a la prensa ocho nombres de alcaldes sustitutos, todos varones; faltaban solamente dos, en ese momento.
El club de Tobi, reclamó una de las damas inconformes.
En medio de los últimos empujones, la duda de si algunos de los presidentes municipales hoy con licencia planean regresar al cargo, como es el caso de Fernando Pucheta en Mazatlán.