¿STASAC VS CULIACÁN?

*¿Rehenes?

Alguien me comento que el ayuntamiento de Culiacán ya se había convertido en rehén del sindicato (STASAC) y que paulatinamente llevaría a la quiebra financiera al municipio, cuestión que preocupa y preocupa más, cuando no solo el costo del sindicato se eleva geométricamente, sino que el PRI ha convertido al STASAC en su brazo político electoral al extremo de que sus bases y dirigentes del mismo son hoy la plataforma de despegue de los candidatos del PRI.

El STASAC es hoy quizá uno de los últimos sindicatos que administra contratos y prebendas multimillonarias que hace muy poderosos a los líderes ante la base sindical y al sindicato frente al ayuntamiento.

¿Qué tan útil es para los culiacanenses la simbiosis STASAC-Ayuntamiento de Culiacán? .

Ni para el STASAC, ni para el ayuntamiento la relación (amasiato dirían algunos) es buena y mucho menos para los culiacanenses para empezar cabe señalar que la jubilación dinámica (como se le llama en la UAS) donde el trabajador se jubila y cobra pensión también, además de que han de seguir pagando esa plaza, son actualmente 1200 jubilados y cuatro mil plazas sindicalizadas.

El 25 por ciento de los trabajadores están jubilados y les siguen pagando el ayuntamiento además del IMSS y agréguele usted que cada año se jubilan 200 trabajadores, representando financieramente una bola de nieve, es previsible que ocurrirá el mismo fenómeno que en la universidad, que se le tendrá que poner fin a ese derecho laboral.

Otro tanto ocurre con el fideicomiso sindical por el que descuentan 600 pesos mensuales a cada trabajador, es decir que por ese concepto se acumulan 2,400.000 pesos cada mes y al año 29, millones, fideicomiso que ya rebasa en sus cuentas los 60 millones de pesos y que en 8 años arribara a los 300 millones, instrumento financiero sin duda muy valioso para los trabajadores, siempre y cuando cumplan con los cánones elementales de trasparecía y certeza financiera, por lo general casi todos esos fideicomisos sindicales son opacos y discrecionales y generalmente les dan al traste, cuestión que si no se corrige será el destino del fideicomiso del STASAC.

A ello se lesuma que el sindicato recibe una cuota sindical por cada trabajador de 60 pesos mensuales, por parte del ayuntamiento que al año representan 3 millones de pesos y lo que puede ser más grave del tema es que existen casi 300 comisionados sindicales que no se justifican por ningún lado, como no sea sostener un aparato político para el PRI.

Otra de las conquistassindicales del STASAC es la canonjía que les otorga el ayuntamiento de un incremento salarial para los trabajadores por 6 millones de pesos al año, dinero que la dirigencia del STASAC define discrecionalmente a quien se le aplica provocando con ello la existencia de una burocracia sindical de elite con altísimos sueldos producto del reparto de esos 6 millones de pesos que se asignan sin ninguna lógica escalafonaria, ni de rendimientos laborales como tampoco de estímulos a trabajadores en departamentos de ato riesgo como los recolectores de basura por ejemplo.

Con estos elementos bien se puede visualizar que el STASAC como la mayoría de los sindicatos, no prevalece en ellos el cuidado de la materia de trabajo, el cuidado de la empresa, en este caso el gobierno municipal de Culiacán imitando con ello al que se comió la gallina y se quedó sin gallina y sin huevos, simplemente arruinan a su propio gremio.

Ojala y “las camisa rojas del STASAC” se contengan en su activismo político y no sigan siendo artífices de malabares electorales que ensucian las elecciones y pueden provocar conflictos que se desbordan.