AMLO puede perder
Ganar las encuestas no garantiza ganar la elección
A los seguidores de Andrés Manuel López Obrador les debe quedar claro que las encuestas —por muy bien hechas— no son instrumentos que permitan predecir el resultado de una elección.
Si en el pasado los simpatizantes del candidato de Morena han descalificado las encuestas, ¿por qué ahora las dan por buenas? Y no sólo eso, sino que además hoy se basan en ellas para asegurar que el tabasqueño será el seguro ganador de la contienda presidencial.
Las encuestas sólo miden la intención de voto en un momento determinado, son la fotografía instantánea de la percepción y el sentir de los ciudadanos con relación a las posibilidades de triunfo de los participantes en la contienda electoral.
Sin embargo, en redes sociales se está difundiendo la idea de que si AMLO no resulta ganador de la elección es porque habrá un fraude, e incluso en algunos casos se puede ver que hay quienes ya están lanzando amenazas, como lo hizo el propio AMLO en la reciente Convención Nacional Bancaria celebrada en Acapulco, Guerrero.
La presentación de AMLO con los banqueros iba más o menos bien, habló de varios de sus proyectos económicos e incluso pidió apoyo para el financiamiento de dichos proyectos, en caso de ganar la elección, y cuando le preguntaron si respetará el resultado electoral, dijo que sí, pero advirtió que en caso de que haya fraude se soltará un tigre y él no detendrá a la gente.
Está claro que para AMLO las elecciones serán limpias sólo si resulta ganador y con lo dicho ante los banqueros nos recordó al politólogo John Ackerman, uno de sus más cercanos asesores, cuando compartió un tuit diciendo que habrá “chingadazos” si el tabasqueño no gana la elección presidencial.
¿AMLO puede perder la elección? Por supuesto que es posible, aunque siga colocado en el primer lugar de las encuestas y aunque sus seguidores suelten todo tipo de insultos a quien se atreva a comentar sobre esta probabilidad.
López Obrador puede perder la elección sencillamente porque de la intención de voto que arrojan las encuestas al voto efectivo en las urnas hay una distancia enorme. No basta con que un candidato sea campeón en las encuestas para asegurar su triunfo electoral.
En primer lugar, porque es la estructura de los partidos y no las encuestas lo que mueve el voto duro de los partidos hacia las urnas y no sólo eso, sino que en ocasiones también inhiben el voto de los adversarios políticos.
Y es un hecho que a Andrés Manuel se le ve preocupado porque después de varios años de campaña su partido no ha logrado consolidar una estructura electoral eficiente en varios estados y sabe que puede ser víctima de nuevo de la intensa movilización de las estructuras locales que en los estados trabajan para el PRI, el PAN o partidos locales como el PAS en el caso de Sinaloa.
Es un hecho que Morena tiene millones de seguidores, pero carece de una estructura electoral fuerte en todo el país. Incluso, sus dirigentes reconocen que no alcanzarán a cubrir con representantes el cien por ciento de las casillas.
Por si faltara algo, en algunos municipios ha trascendido el arribismo de personajes oportunistas que intentan desplazar como candidatos a auténticos liderazgos locales, confiando en que resultarán ganadores por la inercia de la popularidad de López Obrador, pero es una ilusión óptica, confunden lo general con lo particular y terminarán echando a perder el trabajo de campo realizado por los cuadros locales.
GRAFITI
El municipio de Ahome es un botón de muestra de la voracidad y oportunismo de algunos cercanos a la dirigencia nacional de Morena que pretenden literalmente tomar por asalto desde la Ciudad de México las candidaturas a alcaldes, buscando subirse a la ola lopezobradorista.
Resulta que desde la comisión de elecciones de Morena se pretende imponer como candidato a la alcaldía al priista Guillermo “Billy” Chapman Moreno, cuando el trabajo con la estructura lo ha hecho el doctor José Borunda Melendrez, un reconocido activista social, promotor de centros de tratamiento para jóvenes con adicciones, fundador de El Barzón y promotor de AMLO en las dos anteriores elecciones presidenciales.
Cuidado, porque ya se sabe lo que pasa en Ahome con los “aerolitos políticos”.