Beto Sinagawa

Con toda razón, habrá quienes consideren extemporáneo el comentario, pero la realidad es que no podía pasar por alto mi reconocimiento personal para un hombre de la calidad moral e intelectual de un hombre como Herberto Sinagawa Montoya, con quien compartí experiencias profesionales y tuve la fortuna de recibir lecciones que me enseñaron una praxis periodística diferente del periodismo activo, sobre todo cuando durante dos semanas recorrimos, acompañados por Esteban Zamora Camacho, los 18 municipios de esta entidad.

Los dos, Herberto y Esteban, me enseñaron a ver noticias en donde antes no había visto, y con ellos también tuve aprendizajes de pluralismo y respeto a las ideas y el pensamiento distinto, siendo uno de izquierda y el otro militante declarado de derecha.

A Beto, como le decíamos los amigos cercanos, lo vi por primera vez cuando era jefe de redacción de “El Diario de Culiacán”. Él publicó mi primera nota periodística en ese entonces.

Después fuimos parte del equipo de redacción fundador del periódico “Noroeste”, dirigido por el Lic. Silvino Silva Lozano, quien al poco tiempo nos mandó a Esteban, Herberto y a mí a realizar reportajes en todos los municipios sinaloenses.

No tengo empacho en reconocer en Herberto y Esteban a dos de mis mejores maestros de periodismo, además de conocer a toda la familia Sinagawa, a su esposa, que fue compañera de trabajo en “El Sol de Sinaloa”, desde niños a todos sus hijos, y a sus hermanos.

Descanse en paz, mi querido y respetado amigo.