LOS EMPRESARIOS
*Intolerantes
En las democracias hay dos cosas que son fundamentales y que todos, absolutamente todos los ciudadanos deben asumir como principios de conducta si se pretende enaltecer la democracia: primero, que en una elección participa quien lo desee y cumpla con los requerimientos para ello y segundo, reconocer que gana el que obtiene más votos.
Sin estas dos valoraciones sustanciales de la democracia es difícil construir un sistema confiable que merezca el reconocimiento de todos,restándoles legitimidad a las autoridades que emanen de cualquier proceso electoral y peor puede ser si se altera la legalidad.
Las declaraciones de los empresarios sinaloenses en contra de AMLO de considerarlo un peligro para el país y peor aún,organizar un movimiento contra el tabasqueño que influya para que no gane la elección, como lo han declarado Enrique Coppel Luken copropietario de tiendas “Coppel” y le ha hecho segunda el líder de la COPARMEX, Enrique Pung Hung, es un desatino por donde quiera usted verlo.
Ambos líderes empresariales violan de facto esos dos principios de la democracia por que el sistema electoral establece las reglas y participan quienes las cumplan, segundo no pueden legar, política y moralmente, mucho menos un movimiento en contra de ningún candidato y tercero, no pueden combatir lo que aún no existe sino que hasta que sean gobierno.
AMLO ha expuesto múltiples propuestas que nos pueden perecer algunas o todas ellas absurdas e inviables, pero eso no es razón para descalificarlo, combatirlo y hasta definirlo como un peligro para el país.
Eso es simplemente intolerancia política que representa un rasgo de un pensamiento y actitud autoritaria, que no admite ideas diferentes y por supuesto mucho menos que tengan tanto apoyo como lo tienen, AMLO ahora.
Lo que si es factible y normal para cualquiera es definirse por alguien y todo mundo tiene la libertad de expresarse por quien considere, decisión que obviamente lo incluye en la lucha electoral y lo define como alguien que busca algo promoviendo a alguien, eso es completamente admisible.
Las campañas “negras”, las “guerras sucias” y los fraudes electorales que llegaron hasta el fraude “patriótico” en 1985 en el estado de chihuahua, cuando argumentaros que “tenía que ganar el PRI para salvar el país”, suponíamos que eran cosas de pasado, pero el 2006 las cúpulas empresariales bajo otras formas incidieran en el voto a favor del PAN y resucitaron aquel manual electoral “ave azul”que promovía un de un grupo de ultraderecha, provocando con esa intromisión en las elecciones una confrontación que casi fractura al país, como había ocurrido en 1988 con el fraude histórico que entronizo a Carlos Salinas.
Por eso, nos guste o no la candidatura presidencial de AMLO, es obligación de todos respetarla y para combatirla esa es tarea de los otros candidatos. Los ciudadanos apoyaran a uno o a otros y si su pretensión es derrotar a alguien, pues solamente hay que tener más votos. Así de fácil.