Estamos hartos
Con la novedad de que una jueza presentó denuncia penal en contra del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Enrique Inzunza Cázares.
Acoso sexual, es la acusación que hace la funcionaria del poder judicial.
Confirmación de la denuncia por parte del fiscal general, Juan José Ríos Estavillo, quien manifestó que trabajarán de manera “normal” frente a la demanda, con la puntualización de que el magistrado Inzunza tiene fuero constitucional.
En muchos otros países en los que la justicia vale, el servidor público acusado estuviera virtualmente preso; pero en el nuestro puede suceder todo, sin que pase nada.
Tratándose del poder en el que se administra justicia, y acusado ni más ni menos que el más alto funcionario del sector, esta denuncia cobra una importancia especialísima.
Habrá que ver primero el accionar de la Fiscalía, si de verdad procede con una investigación seria que encuentre elementos para la solicitud de un juicio de procedencia ante el Congreso del Estado, y en su caso observar con lupa la actuación de nuestros legisladores.
Instituciones autónomas, cuando menos según lo que nuestras leyes señalan.
Estemos pendientes de lo que se haga o se deje de hacer.
De omisiones e impunidades estamos hartos.
Aquí comentaremos, por supuesto.
AL BORDE DEL ABISMO
Que no cambiarán candidato, dicen en el PRI.
Parece que no se dan cuenta de que su candidato José Antonio Meade Kuribreña no levanta y parece irremediablemente destinado al tercer lugar, o simplemente están resignados a que Andrés Manuel se convierta en el próximo mandamás del gobierno federal.
De rumor en rumor, así se la pasan los tricolores en Sinaloa; los candidatos “locales” buscan ganar ellos y lo demás pasa a segundo término.
La intención primaria era cobijar a Meade, sumarle el mayor y ahora el esfuerzo es el de luchar porque éste no los perjudique.
Lo de una potencial alianza con el frente que encabeza el PAN se complica, porque los priístas atacan con todo a Ricardo Anaya Cortés.
Pareciera que se conforman con un segundo lugar, o que son más optimistas que un vendedor de cheves en las asambleas de alcohólicos anónimos.
Quizás estiren la liga a todo lo que da, y esperar a ver qué sucede en el segundo debate entre los candidatos presidenciales.
Se va a saber.
CAMINITO AL DESASTRE
Pareciera que las intolerancias de los seguidores de ya saben quién estaban en el límite, imposibles de ser superadas, pero resulta que conforme se acerca el día de la elección se ponen cada vez peor.
Crecen los insultos, y la intransigencia de que nada más sus verdades valen.
Quienes no las comparten o asumen otras, son gente de lo peor.
Apenas leyéndolos o escuchándolos puede uno creer que se atrevan a tantas barbaridades y a tantas perversidades.
López Obrador es honestísimo y puro, simplemente porque los cocodrilos y los burros vuelan.
Definitivamente, lo peor que puede pasarnos es el binomio de tener al peje como presidente de la república con un pueblo solapador, y violento frente a los demás.
Alegan que peor no podemos estar, pero se puede; el descomunal cinismo del tabasqueño y su soberbia son un aviso más que claro de lo que nos espera.
Muchas ganas tenemos de estar equivocados, pero me temo que pronto repetiré continuamente en esta columna la frase de “se los dije”.