La intolerancia
Los riesgos
Hace días escribí sobre los empresarios y la intolerancia, donde palabras más, palabras menos, refería la necesidad de entender las reglas de juego democrático al que todos debemos abonar para que nuestro país transite y defina como deciden la mayoría el gobierno que quieren y evitar la histeria colectiva que estaban promoviendo algunos actores en el imaginario social, por el alto riesgo que ello entrañaba para la paz, la concordia y la estabilidad del país.
El caso más patético de dicho fenómeno ha sido el caso de Enrique Coppel Luken que junto con algunos líderes de COPARMEX, han convocado prácticamente a un movimiento contra AMLO, lo cual dije “es un desatino por donde quiera usted verlo”.
Y peor aún resulta, ahora que AMLO ha reaccionado convocando a sus huestes a que ante la guerra sucia que se da en su contra – según su apreciación- convoca a que le ayuden en las redes sociales a combatir tales posiciones “con ética y moral” dice, pero la esencia del asunto es el llamado a la confrontación después del doloroso traspiés que sufrió en el debate.
Los empresarios están mal por supuesto, como mal también esta AMLO con su reacción; de por sí ya era en muchos casos irracional de muchos de sus seguidores, con ese aval puede ser peor ahora, cuando se aconseja, después del debate reflexionar más las cosas.
Lo curioso de todo es que al parecer estamos atrapados en un callejón sin salida, cuando ha sido evidente que los grupos económicos más ricos, hambrientos de retomar el poder lo azuzaron y alimentaron a AMLO para que enfrentara al presidente Peña Nieto y sus reformas estructurales por el daño que estas le habían provocado como correspondía a Televisa y Telmex, ahora se quieren deslindar de el e incluso atacarlo.
Es impresionante la reacción de nuestra clase empresarial que no mide los riesgos en los que colocan al país como si este fuera un tianguis económico másdonde pueden pujar por tal o cual cosa, por tal o cual negocio donde todo lo tasan en pesos y centavos.
Es tan grave esta conducta que no miden las pérdidas que pueden sufrir el país y ellos mismos con este llamado a una confrontación política inadmisible en los tiempos actuales.
Los independentistas catalanes en España con todo su fundamentalismo nacionalista a cuestas no midieron el significado de sus posiciones y actitudes y así les fue con la huida de capitales, pérdida de empleos y aislamiento internacional, que por cierto aún persiste.
No es cualquier cosa adoptar una posición política como lo hicieron contra el presidente Peña Nieto, utilizaron a AMLO y ahora pretenden confrontarlo abiertamente como si fuera “el perro del mal” olvidando que vivimos en una república democrática y que será la voluntad libre de la mayoría de los mexicanos la decisión que quieren adoptar.
Entrometerse en las elecciones como lo están haciendo fomentando un mensaje de odio y miedo, no ayuda al proceso electoral y menos a la democracia. ¿Dequé le sirve derrotar a AMLO destrozando el sistema electoral y generando un ambiente de crispación en la sociedad y de incertidumbre en los inversionistas extranjeros? De nada y esa posición puede generar mucho mayor daño del que pregonan, causarían las medidas de AMLO.
Si no están de acuerdo con AMLO, si ya consideran que hasta aquí llegaron con él en esta alianza antipeñanietista implícita; háganlo, pero exprésenlo constructivamente, dejen que se desarrollen en el mejor ambiente posible las elecciones y apoyen a quien quieran.