Australia: la tragedia
Los pederastas
No cabe duda que mientras la iglesia católica no tome una decisión radical a nivel mundial que permita que todos los violadores de niños (pederastas le llaman elegantemente) en que se han convertido muchos de sus miembros, el mundo no dejara de seguir escuchando, viendo y lamentando tragedias como la que ahora se denuncia en Australia donde según los informes judiciales fueron violados más de 4 mil niños por parte de curas católicos y que la jerarquía católica los encubrió.
El caso del cardenal australiano George Pell, el tercer funcionario de más alto rango en el Vaticano y uno de los más fieles consejeros del Pontífice argentino, se basa en la investigación desarrollada por el estado australiano sobre la enorme cantidad de curas involucrados en casos terribles de violaciones a niñas y niños, que al final el cardenal también estaría involucrado es decir, un integrante más de este despreciable grupo criminal.
Y así los denomino, grupo criminal, por qué es lo menos que se puede decir, y han sido expuestos los miles y miles abusos cometidos, desde el año 2014, año en que se inician las denuncias e investigaciones por parte del departamento de justicia australiano y seguirán siendo expuestos por más que se quieran encubrir en la secrecía que encierran en la iglesia católica, donde se creen intocables por las leyes de los hombres.
Este aberrante fenómeno criminal ha ocurrido en todo el mundo y casi, puedo decirlo, no hay país donde no haya ocurrido. Como ha sido aquí en México con el tristemente célebre caso del padre Marcial Maciel, perteneciente a la corriente católica “los legionarios de cristo” o los casos de la catedral metropolitana de la ciudad de México.
También tenemos el caso de fama mundial ocurrido en la arquidiócesis de Boston.Donde Bernard Law, el cardenal de dicha arquidiócesis, fue acusado de cubrir decenas de casos de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia católica durante casi una década. Tiempo durante el cual su amistad con el papa juan pablo II y el cardenal Joseph Ratzinger el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, le permitieron establecer una red de refugios para estos criminales con el fin de evitar que pagasen ante la justicia los atroces crímenes contra los niños de esas comunidades.
He vivido como casi todos de cerca con la iglesia católica y he conocido múltiples casos aberrantes, que ahora, cuando leo sobre lo que ha salido a la luz pública en Australia sobre estos crímenes monstruosos y de lesa humanidad, vuelvo a reflexionar sobre la vida de la iglesia, sobre como esto afecta a miles de personas buenas y creyentes en su fe y que aman a la humanidad deseando siempre y orando por un mundo mejor, y cómo es posible que al interior de esta institución existan estos, sus representantes los que sean la encarnación misma de la maldad.
No me cabe en la cabezamas que pensar que la única forma de pensar y actuar correctamente es partir del principio de que todos los seres humanos somos iguales, que tenemos los mismos derechos y nadie puede ser maltratado por nadie.
Creo que solo los enfermos de la mente, que se creen que son seres superiores, que poseen la verdad absoluta y que les es dado el privilegio de decidir por, sobre y a veces contra los demás, son mentes enfermas, fanáticos llenos de intolerancia y falta de respeto por los demás, la sociedad y el mundo mismo.
Sin duda, después de lo ocurrido en chile cuando varios jóvenesvíctimas de violaciones por curas católicos, donde le expresaron su terrible y dolorosa experiencia ante el papa Francisco y este les contesto que no podía pronunciarse hasta que se investigara y solo se limitó a pedir perdón, cuestión que ahora con el caso australiano, el pedir perdón no bastara, se requieren medidas no solo por la dirigencia del vaticano iniciando por el papa, también por parte delas autoridades civiles se necesitan acciones contundentes y concretas contra estos monstruosos criminales, el mundo espera al menos eso.
Por cierto me equivoque al decir que son enfermos de la mente, estos son enfermos dela mente,del alma, de todo, están podridos por dentro.