Día de contrastes para mamás

En la capital del estado, este día de las madres fue de contrastes, por la mañana, las madres que tienen desaparecidos a sus hijos, en lugar de festejar su día, marcharon por la avenida principal en demanda de que aparezcan, en el Parque las Riberas, el jolgorio de mujeres priistas agasajadas por su candidato; en los panteones las flores, las plegarias y en los hogares el convivio familiar. Madres con hijos desaparecidos avanzaron lentamente desde La Catedral hasta las instalaciones de la Fiscalía General demandando justicia, ya que a decir de la señora María Isabel Cruz Bernal, presidenta del colectivo Sabuesas Guerreras A.C, aseguró que las desapariciones van en aumento, al informar que diariamente se registran entre 4 y 5 desaparecidos. Lamentó que de esas cinco personas desaparecidas solamente una se denuncia, por ello, insistió que es necesario que los sinaloenses pierdan el miedo y lo revelen. Luego en el Parque las Riberas la fiesta fue en grande, cerca de tres mil mujeres priistas se dieron cita para ser festejadas con desayuno, flores, mariachi y su candidato Antonio Meade quien le ofreció a las jefas de familia que de llegar a la presidencia les van a dar mil 200 pesos mensuales como apoyo a su economía. LLENO LOS PANTEONES Los restaurantes y centros de reuniones se vieron muy concurridos sin embargo, pese a que muchos celebran a lo grande este día otros se entristecen y se conforman con llevar un ramo de flores a los cementerios para elevar una oración por aquellas madres que ya han fallecido. En el panteón civil desde que abrió sus puertas comenzó una romería de hombres y mujeres de todas las edades con flores y utensilios de limpieza. El silencio sepulcral del cementerio se inundó de responsos, rosarios y plegarias de los hijos que recordaron a la madre ausente; y unidas a las oraciones, las acertadas melodías que nunca faltan: dos coronas a mi madre y te vas ángel mío. Era un auténtico día de las madres, los hijos, nietos yendo de un lado a otro con cubetas cargadas de aguas, escobas para limpiar las lápidas y brochas para pintar barandales y epitafios desgastados. En los hogares y restaurantes, las madres fueron atendidas por sus hijos, el convivio familiar, el pastel, la comida, las bebidas no faltaron, pero sobre todo, el deseo de que el año próximo puedan seguir festejando a la reina del hogar. “Hoy en casa tenemos preparada una sorpresa para mi madre, mandamos preparar una rica comida, le llevaremos la banda para que nos toque unas horas, porque quizá el otro año, ya no la tengamos en casa, ha estado enfermita y le pedimos a Dios esta mañana en una misa especial que nos la cuide para que nos dure por muchos años más”, dijo Estefanía Pérez.