Los cuentos de Carricarte
¿Quién le dijo?
Se fue el gobernador Quirino Ordaz Coppel a China y el secretario de hacienda Carlos Ortega Carricarte se soltó anunciando que están invirtiendo casi mil millones de pesos del gobierno estatal en estadios, como si no hubiera asuntos verdaderamente prioritarios que atender de la problemática de los sinaloenses.
Carlos Ortega Carricarte anuncio muy ufano que se está invirtiendo en los estadios “ Teodoro Mariscal” de Mazatlán, “Emilio Ibarra” de los Mochis, el estadio de futbol “Banorte” de Culiacán y la construcción de nuevo estadio de futbol en Mazatlán la friolera de 957 millones de pesos, dinero no presupuestado y según él “porque son inversiones publica que se hacen en todas las partes del mundo” dicha cuestión es más falsa que un billete de dos pesos, precisamente cuando existe una poderosa corriente de empresarios que lucha contra esas prácticas.
En España hace mucho que se terminó con la multipropiedad de equipos deportivos profesionales y la inversión pública en sus instalaciones, como ahora también está ocurriendo en el futbol mexicano contra los gobiernos de Chiapas, Puebla y Veracruz, que con esas inversiones se pervierte el desempeño de los gobiernos y los propios clubes deportivos. Y aquí sin tapujos se apoyó a Hank Rhon dueño de los “Dorados”,” los Xolos” de Tijuana y socio del “América”.
El gobierno de Quirino Ordaz con ello mantiene la práctica del gobierno malovista de dedicar dinero público a negocios privados como ocurrió con el Estadio “Ángel Flores “en Culiacán para apoyar los negocios de la familia Ley, como ahora le hace con las familias de Toledo Corro, Joaquín Vega y el grupo “Caliente” de Jorge Hank Ron, también dueños de Banorte.
Quirino Ordaz está tirando por la borda lo bueno que había alcanzado con el Tianguis Turístico de Mazatlán precisamente gastando ese dinero en obra privada y peor cuando le debe tanto dinero a los constructores que se la rifaron con las remodelaciones para el Tianguis Turístico y la obra en los 18 municipios.
Si, así es, alrededor de 250 empresas constructoras están paradas por lo que les debe el gobierno, más de 4 mil trabajadores prácticamente desempleados, maquinaria ociosa, créditos creciendo por los intereses y sus dueños al borde de la desesperación, mientras que los sindicatos patronales CMIC y AMIC, traficando con la influencia de sus instituciones.
Y si a eso se agrega que el gasto de dinero público que se está realizando en dichos estadios, nadie lo presupuesto como tampoco existe dicho proyecto en el plan estatal de desarrollo y los argumentos del secretario Ortega Carricarte son falsos de toda falsedad, esto se vuelve peor, sobre todo porque los dueños de los equipos beneficiados son auténticos leones del capital, potentados de altos vuelos y que el dinero les sobra para hacer esos estadios ellos mismo y más.
Por eso es completamente aceptable el calificativo de que estamos ante un vulgar tráfico de influencias y un monumento al cinismo del poder público, eso es en realidad lo que representa este anuncio del secretario de finanzas y aunado a que no les paga a los constructores que están hundidos en la ruina, mientras que a algunos que ni trabajaron a esos si ya les pagaron.
Ese manejo financiero discrecional en el área de obra pública en el gobierno de Quirino Ordaz ya se parecen a las rapacerías cometidas en el gobierno malovista pero quizá, sean mayores, porque por lo pronto ya duplican lo que Mario López Valdez entrego a la familia Ley López con las obras de remodelación del Estadio Ángel Flores.
Así las cosas ¿Qué futuro le espera a este gobierno? No lo sé, ¿podrán reencauzar como se propusieron al inicio de este gobierno el desempeño público? Con este tipo de acciones, no le pidamos peras al olmo ¿no estaremos en la víspera de otro gobierno fallido? Ya veremos.