Manuel Clouthier
Sin límites……y sin vergüenza
Para: Antonio Quevedo Susunaga, un abrazo y nuestro reconocimiento
Manuel Clouthier, hoy candidato Independiente al Senado de la República y diputado federal con licencia, diputación que le dio el PRI en contubernio con MALOVA, en una más de las perversas historias del malovismo en 2015, cuando se pusieron de acuerdo el entonces gobernador y la cúpula priista para vengarse de Enrique “Chuquiqui” Hernández por boicotear los decretos de los contratos públicos privados que pretendía MALOVA para construir dos hospitales privados con dinero público y que el congreso no voto, motivo por el cual hicieron “morder el polvo” a las aspiraciones electorales de Ricardo Hernández, hijo del Chuquiqui, con el apoyo de casi 300 operadores del PRI en igual número de secciones electorales a favor de Manuel Clouthier.
Manuel ya había sido diputado federal el 2009, con la venia de Felipe Calderón y la influencia de su cuñado Heriberto Félix, entonces flamante secretario de SEDESOL, quien se la vivía en “Los Pinos”. Y llama la atención porque Manuel supuestamente había renunciado al PAN en 1990 después del fraude electoral de 1988.
Siendo co-propietario del periódico “Noroeste” y del cual se convirtió en su director durante casi 15 años (hasta que lo ungió como candidato plurinominal del PAN, Felipe Calderón el 2009), con un estilo informativo y editorial muy enfocado en ciertos aspectos que representaban intereses políticos y económicos del dueño, al extremo de convertir su línea editorial en una suerte de vil golpeador y chantajista, particularmente con el PAN y el PRD, ya que según él, las prácticas políticas de estos partidos no correspondían con sus principios y estatutos, con lo cual pretendía imponer su línea política como cualquier dictadorzuelo.
Incluso, contaba Renato Vega Alvarado, entonces gobernador y tío de Clouthier, que con quien más batallaba en sus relaciones comerciales del gobierno con los periódicos del estado, era precisamente con su sobrino quien siempre exigía más.
Muchos periodistas al servicio de “Noroeste” sufrieron, presiones, acoso y hasta despidos por no compartir la ”línea editorial” que imponía su director a extremos grotescos e insultantes como en algún momento comentaron columnistas y reporteros de esa casa editorial y que aún sobreviven en esa lucha ejemplar como es el caso de “Toño” Quevedo Susunaga.
Manuel Clouthier es heredero de una fortuna tanto económica como política y social, que le ha brindado un colchón y confort para desarrollar su carrera en todos los ámbitos, que lo muestran como un personaje que no ha vivido en la brega y el sufrimiento de construir nada, sino en el disfrute y administración de su patrimonio, lo que lo ha dotado de una visión estrecha y caciquil de la vida, esto lo ha llevado a perder la capacidad de comprensión de los múltiples caminos de la vida.
Hoy en su carrera por ser electo Senador de la República, vuelve a relucir esa personalidad oportunista y soflamera convirtiendo su campaña y su persona en la reencarnación de Atila “El azote de dios”, rey de los humos, quien creía que podía someter a todos a su voluntad, y este Atila moderno lo hace cuando se viste de impoluto e inmaculado, donde los demás candidatos al senado, sean del PRI, del Frente o MORENA, son todos corruptos, sin ningún mérito ni crédito social ni moral y solo tienen deudas de corrupción que pagar. Al parecer está de moda dicho estilo.
Resulta muy cuestionable y deshonesta, por decir lo menos, la labor periodística de un medio impreso que se declara “independiente” como es el caso de Noroeste, pero sometido al más vulgar yugo de su dueño, al que hay que idolatrar y enaltecer sin macula y como si supiera mucho.
Con ello quizá, Manuel Clouthier le está poniendo los clavos al ataúd de la credibilidad a ese medio de comunicación y lamentablemente al legado político y moral de su padre, en el cual, con el paso del tiempo, muy pocos creerán después de ver los despropósitos y las huellas del retoño. Lamentable, pero así es la vida.