Mafia del poder

Corrupción e inseguridad son los temas más recurrentes que registran las campañas electorales de aquellos que hoy disputan el apoyo de los electores para ganar la Presidencia de la República, gubernaturas estatales, escaños senatoriales, diputaciones federales, presidencias municipales y congresos estatales, cuando estamos a días solamente de las elecciones constitucionales que definirán a los titulares de esos cargos públicos.

De hecho, no pasa día sin que los medios de comunicación escritos y electrónicos, no traigan información de denuncias y actos de corrupción, así como asesinatos, robos, asaltos, secuestros y toda clase de delitos y corruptelas que usual y cotidianamente se registran en este país.

Inclusive, todos los candidatos y todos los partidos se ocupan de esos temas y multiplican sus promesas y propuestas para la solución de esos difíciles y complicados problemas.

Lo cierto es que ni las autoridades gubernamentales ni los políticos en campaña cuentan con respuestas viables de cara a una problemática que impacta seriamente la credibilidad y la confianza de los electores mexicanos.

Y es que la corrupción y la inseguridad configuran un escenario extremadamente crítico en territorio mexicano y en la mayor parte del mundo

Desde luego que los más críticos en campaña han sido los opositores al gobierno, principalmente Andrés Manuel López Obrador, quien siempre y muy abiertamente culpa a “la mafia del poder” de todos los males habidos y por haber en México.

Incluso la propaganda electoral de partidos y candidatos de posición centran sus señalamientos en los asuntos que más atañen e interesan. a la población.