Denunciados
Finalmente, presentamos ayer denuncia en contra de la Auditora Superior del Estado de Sinaloa y del Congreso del Estado, por irresponsabilidades administrativas y hechos constitutivos de delitos graves como son encubrimiento y obstrucción de la justicia.
Lo hicimos en línea, con archivos digitales adjuntos sobre imágenes, notas informativas y boletines oficiales que parten de nuestra primicia informativa sobre las auditorías que encontraron más de 950 irregularidades en trámites vehiculares.
Columna del 15 de enero pasado, informando sobre placas a vehículos con reporte de robo, así como la validación de tenencias, calcomanías, licencias y permisos de circulación basados en facturas falsas y documentos personales apócrifos.
Una larga historia bien documentada, con el incumplimiento de la obligación de presentar denuncias formales ante el ministerio público competente.
La Auditora Emma Guadalupe Félix Rivera se la pasó diciéndonos que encontraron elementos para hacer denuncias formales, pero nunca pasó del discurso.
Y los diputados, igualitos.
Un sinnúmero de violaciones legales al deber de denunciar, señalados tanto en las leyes de responsabilidades de los servidores públicos federal como estatal; en la ley de la ASE, así como en el código nacional de procedimientos penales.
Omisiones y complicidades que se convierten en impunidades.
Irresponsabilidades públicas y cínicas, al cabo que no pasa absolutamente nada.
Avisamos desde hace días nuestra intención de presentar esta denuncia que exige respeto pleno a nuestras leyes.
Nos advierten que pueden pretextar que violento el debido proceso al dar a conocer los datos de esta denuncia, pero les dije y aquí reitero que si lo que el gobierno quiere es un pretexto, lo encontrarán o inventarán de cualquier forma.
Para eso son expertos.
Preferimos darles el beneficio de la duda, y la oportunidad de que nos demuestren que tienen siquiera un poquito de vergüenza.
Se va a saber.
Cualquiera que sea el resultado, sentamos un precedente que nos significa ya una victoria.
Advertirles a esos servidores públicos que hay una sociedad más pendiente y vigilante de lo que hacen y dejan de hacer.
A algunos les vale, sí; pero seguros estamos que habrá también quienes asuman que no han hecho las cosas bien y que procuren después hacerlas mejor.
La esperanza muere al último, dicen.
ORO ASEGURADO
De mero trámite pareció el tercer debate de ayer entre los candidatos a la presidencia de la república.
Todo parecía preparado para la estocada contra el panista Ricardo Anaya Cortés, con traiciones y acomodamientos rumbo a la cada vez más amarrada victoria de Andrés Manuel López Obrador.
Entregamos esta columna antes del encuentro, convencidos más que nunca que los astros iluminan con mayor fuerza al tabasqueño.
Como si faltara, nuevas encuestas que lo siguen elevando en las preferencias electorales, todo lo contrario de lo que desde hace buen rato nos decían que AMLO estaba en su tope y que cualquier movimiento sería a la baja.
El PRI haciéndole los favores al peje, no sabemos bien si porque ya transaron o porque los tricolores simplemente buscan la medalla de plata.