CUEN: LA DENUNCIA
Valiente
Lo que es un secreto a voces y que nadie ha querido ni denunciar, ni tocar, mucho menos combatir, es la intromisión del crimen organizado en el proceso electoral y su persistencia impune y rampante como ha ocurrido en los municipios de Rosario, Escuinapa, Guasave y Sinaloa, a la que sólo los partidos que conforman “Por México al Frente”, “Por Sinaloa al Frente” y su candidato al senado, Héctor Melesio Cuén, se han atrevido a denunciar, decir algo y reclamar al gobierno de Quirino Ordaz y al gobierno federal su pasividad y hasta ausencia.
Desde que el Dr. Jesús López presentó su renuncia como candidato días antes de iniciar la campaña a la presidencia municipal de Guasave, todos, absolutamente todos supimos que los problemas de las rodillas del doctor eran las amenazas y presiones que ejercieron sobre él para que dejara el espacio libre para que pudiera, sin dificultad, ser reelecta Diana Armenta del PRI.
Sólo fue Audómar Ahumada Quintero, presidente del PRD, quien se atrevió a denunciar que existían esas amenazas e intromisiones de fuerzas criminales en el proceso electoral, denuncia que solo tuvo algunos ecos demandando a la autoridad que se investigue.
Y ahora Héctor Melesio Cuén, el candidato del frente al senado, quien ha advertido de que la elección se convierta como en el 2016 en una oleada de terror para provocar el miedo, la abstención y el triunfo del PRI como ocurrió el 2016, que entronizó a Quirino Ordaz en el gobierno del Estado, cuando ahora el candidato al senado era candidato a gobernador.
En el 2016 se apedrearon casi cien camiones urbanos en Culiacán y se decía que algunos hasta fueron balaceados, como si hubiera fuerza política capaz de eso, los camioneros fueran un grupo que no sabe defenderse y el gobierno no pudiera agarrar a tanto vándalo que azotó aquella tarde noche del jueves 2 de junio del 2016.
Nada para creer y muy bien pensar en un gigantesco circo para producir temor, como ocurrió el día 5 de junio, el día de la elección que provocaron en cientos de casillas escándalos y amenazas que perturbaron a los electores y provocaran que se abstuvieran de emitir su voto. No fue casual que Culiacán resultara el municipio con mayor abstencionismo.
Solo así podrían imponer a un candidato priista como Quirino Ordaz, que también se les impuso a los precandidatos del PRI que sin chistar se hicieron a un lado ante aquel arribista que había llegado abrazado por el presidente Peña Nieto a su nominación interna del PRI.
Los hechos de Rosario, Escuinapa, Guasave y Sinaloa, solo son una muestra de lo que late al seno del proceso electoral y eso puede resultar en muchas complicaciones los próximos días cuando al calor de la presión que ejerza el posible fracaso de unos les convierta en auténticos delincuentes electorales.
Resulta muy ilustrativo ver prácticamente a todos los candidatos de MORENA, empezando por su fórmula al senado, Rubén Rocha e Imelda Castro, callados, siempre callados, como si no existiera ni el gobierno del PRI, ni los grandes problemas de Sinaloa, ahora callan ante estas agresiones y amenazas que pareciera les comiera la lengua los ratones. Habrase visto.