Mintió, robó y traicionó
Las pruebas contundentes que terminaron en la multa del Instituto Nacional Electoral en contra de MORENA confirman que la mayoría de los mexicanos votó por un delincuente, mentiroso, ladrón y traidor a las causas populares que presume abanderar.
A la deshonestidad probada, hay que sumar el tremendo cinismo con que Andrés Pinocho López Obrador niega que se haya incurrido en ilegalidad; de acuerdo con el tabasqueño, son puros inventos y una venganza de la mafia del poder.
El fideicomiso fue anunciado pomposamente por el propio tabasqueño, y se constituyó cuando él era dirigente nacional de MORENA; el domicilio formal de tal fondo es el mismo que el del partido político.
Hay videos de reconocidos morenistas haciendo “fila” en bancos para depositar cincuenta mil pesos, una y otra vez.
Se tienen documentos bancarios que prueban que muchos millones de pesos que supuestamente eran para los damnificados de los sismos fueron a parar a dirigentes y candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional.
Vimos en vivo la sesión del INE y nos provocaron una profunda tristeza y hasta asco las posiciones y las actitudes de quienes integraron a Juntos Haremos Historia.
La negación de que MORENA tenga algo que ver con el fideicomiso; luego el ridículo argumento de que se trata de dineros privados, y que nada tiene que hacer en ello la autoridad electoral.
Descomunal la soberbia, acompañada de amenazas en contra de consejeros electorales: “entiendan que ganamos, y que no van a tener a un presidente de la república amigo”.
Por más que algunos de los seguidores de APLO argumenten, no tenemos que esperar a que asuma el poder para darnos cuenta de que el próximo presidente de la república es un farsante.
Aunque tampoco lo acepten, la multa de 197 millones de pesos por el INE a MORENA se basa en una investigación minuciosa, con pruebas documentales irrefutables.
Pueden brincar y patalear todo lo que quieran Andrés Pinocho y los suyos, pero hay verdad innegable en que mintió, robó y traicionó.
La cínica negación de ya saben quién ante esa verdad que es pública, evidencia con claridad que para el peje no hay más verdad que la propia; peligrosísimo, y potencialmente calamitoso.
Cuanta irresponsabilidad encuentro en no pocos ciudadanos que eluden esas raterías y muchas otras cosas más, por más que presuman que anhelan y promueven un México de paz, de justicia y de cero corrupciones.
El que roba es ratero, cualquiera que sea su color.
Decir que Andrés Pinocho es un corrupto y un farsante para nada es un engaño, porque resulta la pura verdad.
El fideicomiso se creó cuando APLO era dirigente nacional de MORENA, y todos sabemos que nada se hace en ese partido sin que lo ordene o avale el delincuente que nos gobernará a partir del mes de diciembre.
Verdad dura, pero verdad innegable.
Quisiéramos que fuera distinto, porque aspiramos como casi todos a un México gobernado por gente honesta y verdaderamente preocupada por la legalidad y la justicia.
Varios amigos que votaron por el ganador de la pasada elección me han comentado su decepción al descubrir que se robaron el dinero para los damnificados.
Entienden que, aunque es apenas una muestra, les significa suficiente para entender que la honestidad valiente que tanto cacarean es otra más de las faramallas de Andrés Pinocho.
Y lamentan, porque su fanatismo no llegó a tanto, que persistan con sus insultos y descalificaciones esos seguidores aploístas que siguen encaramados en los cocodrilos, en su mundo de mentiras y engaños que exigen a los demás asumir.