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¿Suma que resta?

Por Juan Manuel Partida Valdez

El pasado 4 de enero manejamos en esta columna una primicia que el propio senador Rubén Rocha confirmó recientemente: Héctor Melesio Cuén Ojeda fue el 23 diciembre a la Ciudad de México para anunciar una declinación que no se concretó entonces porque ese día se pospuso el destape morenista.

El presidente del Partido Sinaloense asegura que no ha tomado una decisión, pero la realidad es que está simplemente esperando la oportunidad propicia, y hay es muy probable que ante las inconformidades que el anuncio provocó dentro de Morena la decisión se opere al cuarto para las doce a fin de hacer menos complicado el control de los daños.

La declinación implica candidaturas comunes, y ya se vio lo que no pocos opinan sobre ello al interior de la cuarta transformación.

Ahí el título del Altoparlante de hoy.

Una suma partidista nunca ha funcionado de manera aritmética, y en el caso del PAS hay también buen número de militantes y de simpatizantes que preferirán irse con sus votos a otra parte en caso de que la declinación y las candidaturas comunes operen.

Y al interior de Morena, no serán pocos los agraviados que en la candidatura a gobernador y en las concedidas al otro partido preferirán votar en contra.

Imposible saber bien cuánto impactarán las sumas y las restas, pero habrá de las dos.

De lo que ninguna duda tenemos es de que a Cuén Ojeda no le cumplirán cabalmente lo que le están ofreciendo.

Lo usarán y lo desecharán.

En caso de ganar, insistimos porque resulta de sentido común, Rocha Moya preferirá reconciliarse con los morenistas agraviados pues la alianza con el PAS es la parte más delgada del hilo.

LOS AUMENTOS QUE “NO SON”

El presidente y sus chairos presumen a cada rato que primero los pobres y que no puede haber gobierno rico con pueblo propio, y que por eso no hay gasolinazos ni otros aumentos de precios.

Pero la gasolina hace algunos meses estaba a quince pesos el litro, y ahora anda en los veinte.

Y el gas, de poco más de quinientos pesos el cilindro de treinta kilogramos llegó hasta los setecientos.

Cuando algo baja de precio es consecuencia del mejor presidente del mundo que acá tenemos, y cuando hay aumentos termina siendo culpa de los mercados internacionales, de los conservadores avaros o de los enemigos de la transformación.

No hay que ponernos al borde del derrame cerebral para entender por qué sufrimos este cinismo en el gobierno.

Las razones son dos: al mesías le vale y hay muchos mexicanos bien tontejos.

¿NOS FALTAN BLANQUILLOS?

Para dar pena, otro nuevo video que se hizo viral en las redes sociales en un noticiero de la Corporación de Radio y Televisión Española en el que critican a Andrés Manuel López Obrador por su necedad contra el uso del cubrebocas.

Lo tachan de populista, de estúpido y de imbécil.

En un país con tantos fallecidos por covid, el presidente debe dar ejemplo en el seguimiento a las medidas que los especialistas recomiendan en prevención de la salud pública.

Eso de que se prohíbe prohibir es otra mafufada valemadrista.

Para nuestra desgracia, hay muchas opiniones iguales a las de estos periodistas y analistas en distintos países del mundo.

Parece por momentos que ven mejor fuera de México la realidad que acá vivimos.

O quizás a los mexicanos nos falte producto de gallina.