¿Quién pompó? : Autoparlante
Altoparlante
¿Quién pompó?
Por Juan Manuel Partida Valdez
El poder del dinero y hasta el fáctico muestran enorme presencia en la definición de candidaturas a puestos de elección popular, sin distinción de partidos.
Nos llama la atención la soberbia colectiva que distingue la candidatura de Fernando Pucheta Sánchez por la presidencia municipal de Mazatlán, quien hace hasta lo imposible para perder dejando por doquier un gran número de agraviados y heridos.
Esta compra venta de candidaturas implica tanto al PRI como al PAN, que impusieron a gente cuya única distinción es el poder del dinero.
Pisotearon a la militancia y en lo particular a gente con derechos, capacidad y trayectoria, como son los casos de la priísta Irma Tirado y de los panistas Salvador Reynosa y Roberto Osuna Valdez.
De última hora, se cayó el intento de Pucheta para bajar también a Julieta Torres como candidata a Síndica Procuradora, y colocar ahí a otra representante pura de los multimillonarios.
Muy conocido es que Fernando Pucheta odia con todo a Quirino Ordaz Coppel, y aunque este apoyó su candidatura ha sido torpedeado de manera insistente por su paisano.
Mario Zamora Gastélum de ninguna manera puede ser ajeno a lo sucedido, por omisión o por acción, y me queda la duda de si al gobernador le conviene más que gane el químico.
Allá donde se dan los hombres existe un electorado que sabe muy bien distinguir las acciones y las traiciones de los políticos y de los partidos, y que premia o castiga mediante el voto.
Quizás Fernando Pucheta y sus achichincles crean que nadie les quitará la victoria, y en ello el enorme valemadrismo con el que actúan.
Pocas cosas peores hay que un optimista arrogante.
En Culiacán no cantamos mal las rancheras, y por eso vemos como candidato morenista a un Jesús Estrada Ferreiro con una muy pesada losa de repudio ciudadano.
Lo impuso el poder del dinero y se atienen a ser salvados por los votos del Partido Sinaloense, en medio de esas complicidades nefastas contra los intereses y las necesidades del pueblo.
Sobre Ahome hay también mucho qué comentar, y lo haremos en una de nuestras próximas columnas.
COMO BOLSA DE PALOMITAS
Ninguna exageración hay en la similitud que con esta frase hizo una amiga del facebook sobre la facilidad con que la normatividad permite la creación y operación de nuevos partidos políticos.
En algunos casos pierden inmediatamente el registro, pero en la próxima oportunidad se formalizan de nuevo, incluso con nombres muy parecidos al anterior.
La historia nos refiere una buena cantidad de organismos partidistas creados como satélites del PRI, y ahora lo vemos corregido y aumentado por la cuarta transformación llena de partidos títeres que sólo sirven a los intereses del poderoso y le cuestan al pueblo muchos miles de millones de pesos.
Partidos que se ofertan y se dejan comprar, porque en la mayoría de los casos nacieron precisamente para que los vivales hagan negocios particulares o de grupo, y aunque pomposamente se anuncian como alternativas “ciudadanas” transan bajo la mesa para apoyar políticamente a sus reales patrones.
Urgen por ello modificaciones a las leyes respectivas, a fin de evitar estos círculos viciosos que sin duda degradan no solamente la democracia sino a la sociedad entera.
Y A CASI TODOS LES VALE
Se siguen manifestando trabajadores médicos en Sinaloa y otras partes del país en demanda de que se les aplique la primera dosis de la vacuna contra el covid.
Esos que oficialmente debieron ser los primeros, en el irresponsable abandono oficial que prefirió darles la vacuna a los “servidores de la nación”, maestros y morenistas aprovechados.
Tengo la duda de si ya con las campañas electorales formales los candidatos y partidos de “oposición” señalarán las numerosas irresponsabilidades del partido gobernante a nivel nacional.
Hasta ahora no parece que se animen lo suficiente, en evidente falta de respeto al pueblo que aseguran defienden.
PRESUMIR LO AJENO
La pensión para adultos mayores no es un logro creado por AMLO, pues estaba desde antes de su llegada a palacio nacional.
Era a partir de los 65 años, con Lopitos cambiándola inmediatamente a partir de los 68, dejando fuera a muchos miles que antes recibían ese apoyo.
Hoy que el engañabobos anuncia regresar a la edad en que el programa operaba con Enrique Peña Nieto, vuelven a matarnos de risa los aplaudidores.
Qué frustrante debe ser el ver que su mesías no sabe otra cosa que dar atole, y tener que festejarle que ande de copión y haga lo mismo que los tan nefastos conservadores.
Lo de los anunciados aumentos a esas pensiones “en términos reales” nos recuerda lo de las gasolinas, con números siempre a modo para simular que vamos muy bien y somos ejemplo mundial.
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