SEGURIDAD PÚBLICA Y CESP

En la opinión de Alfonso Carlos Ontiveros Salas

La seguridad pública es una función a cargo de la federación, del estado y de los municipios.

La seguridad pública debe tener como premisa evitar que la sociedad se vea amenazada en su seguridad personal y en su patrimonio. El Poder Público, tendrá a su cargo las instituciones responsables en sus diferentes ámbitos de competencia.

Para ello, deberán instrumentar las políticas que sean necesarias para contar con instituciones debidamente equipadas y profesionalizadas capaces de procurar y mantener la paz y la tranquilidad.

El Consejo Nacional de Seguridad Pública como instancia de coordinación de las diferentes instituciones de seguridad, y quien expide el programa nacional de seguridad pública, deberá ser cumplido por los diferentes ordenes de gobierno atendiendo sus respectivas competencias. En los Estados se crearían los Consejos Estatales de Seguridad Pública con los mismos fines.

El Consejo Estatal de Seguridad Pública de Sinaloa, fue constituido siguiendo un modelo diferente al agregarse en su estructura orgánica una Coordinación Ciudadana cuyos integrantes supuestamente serían nombrados por la sociedad organizada y sería quien propondría la terna para que el Gobernador fuera quien decidiera la designación del Procurador General de Justicia (Fiscal General).

Esa idea surgió a propuesta del Gobernador Juan S. Millán, para que la designación de dicho cargo fuera de la sociedad y no del Titular del Ejecutivo, que para el caso sería lo mismo, porque finalmente el Gobernador decidía quien sería su favorito para el mencionado cargo.

El comentario va con la finalidad de exponer lo extraño que resulta la protesta del Coordinador Ciudadano de dicho Consejo, Ricardo Jenny del Rincón, cuando señala que alrededor del 50% de los elementos de las instituciones de seguridad pública del Estado no resultan aptos para ejercer la función de policía de acuerdo a los exámenes de control y confianza.

Porque hasta hoy se preocupan de un hecho que ha sido señalado de manera reiterada por mucho tiempo? Serán demasiadas las ocupaciones para los miembros del Consejo, que no les ha dado oportunidad para llevar a cabo una revisión de fondo de la situación que guarda cada elemento de policía?

En realidad, deben ser dados de baja solamente en los puestos de comandantes? Porque en sus comentarios no toca a los titulares de las corporaciones de policía? Han salido a la luz que los mandos militares que fueron designados por el Gobernador desde el inicio de su gobierno, han sido en gran medida los causantes de la descomposición de las corporaciones, y no se ha hecho nada.

Jenny del Rincón sabe, como también el Secretario Ejecutivo del Consejo, que no basta el resultado de la evaluación de control de confianza para decidir la baja de un elemento de policía, que no se requiere también la revisión de la hoja de servicios y los méritos que dentro de la corporación tenga el elemento evaluado?. Para manifestar esa recomendación pública basta la evaluación poligráfica Don Ricardo? O cual es la realidad de fondo en este asunto?

Han vendido a la sociedad que las policías son corruptas y que el soldado es el más idóneo. No mientan y pónganse a revisar los estados de fuerza policiales y en efecto, que se lleve a cabo una reingeniería de lo que debe ser y hacer una institución de seguridad pública. Muchos años de corrupción se han tolerado y cada vez tenemos menos policías honestos y capaces y más soldados en la calle en asuntos que no son suyos.

Lo invito a pronunciarse a que se instrumente un verdadero programa de recuperación de las policías y poner a funcionar debidamente el Instituto Estatal de Seguridad Publica y Ciencias Penales, y no tenerlo de adorno como hasta la fecha.

Propuestas habría muchas, imaginación es lo que ha faltado.

En 21, por una reingeniería integral en materia de seguridad pública.